38. NO ERES NADA CONSIDERADO...

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NEVABA COPIOSAMENTE, así que no se alejaron demasiado. Y como se ponía más frío cuanto más se acercaban a la montaña, Fang Chi llevó a Sun Wenqu de regreso a la aldea.

Desde la distancia, podían escuchar el sonido de petardos en el pueblo y el humo que se elevaba entre los copos de nieve.

—Ya están celebrando desde tan temprano. —Sun Wenqu jaló su gorro más abajo.

—Mi tía materna llegará pronto. —Fang Chi se frotó las manos y dio unos saltitos—. No sé si Fang Hui se ha levantado todavía, toda mi ropa está en su habitación.

—Qué más da si no se levantó, ¿por qué no solo entras y tomas algo de ropa?

—De ninguna manera. —Fang Chi soltó un par de chasquidos—. Cuando pienso en él durmiendo en mi cama envuelto con mi manta, me pongo furioso. Si lo veo en vivo y en directo, seguro no me aguanto y lo golpeo.

—Qué mal genio. —Sun Wenqu se estiró, sus brazos abriéndose y cerrándose rápidamente—. Tu primo solo está atravesando su periodo rebelde, buscando un sentido de existencia.

—¿Cómo es que yo no estoy atravesando ese período? —Fang Chi lo miró de lado.

—Maduraste temprano. —Sun Wenqu pasó el brazo sobre su hombro—. En realidad, tu familia es bastante abierta de mente, ¿cómo dejan a un niño correr así tan libre?

—No me dejaron correr libre así sin más, me llaman regularmente. —Fang Chi se frotó la nariz e inclinó la cabeza para mirar la mano de Sun Wenqu, y recordando cuando estaba embarrada en arcilla, pensó que se veía muy bonita—. No estoy acostumbrado a su preocupación constante.

Sun Wenqu sonrió.

 

   

Cuando regresaron a casa, sus padres ya habían llegado, y el segundo tío también dijo que vendría pronto. La cocina ya estaba llena de vapor.

Sun Wenqu subió las escaleras y no volvió a bajar una vez cerrada su puerta.

Fang Chi miró la puerta de su propia habitación, pero seguía cerrada. Fang Hui probablemente aún no se había despertado.

Tan malditamente molesto.

Fue a la cocina a ayudar, pero su madre lo echó de inmediato.

—Más ayuda el que no estorba.

En años anteriores, generalmente se quedaba en su habitación o miraba la televisión en la sala de estar, pero este año no tenía nada en lo que entretenerse.

Miró la televisión por un rato en la sala, pero no era nada interesante. Quería subir las escaleras, pero su habitación había sido tomada.

Ir a la habitación de Sun Wenqu... Pero él dijo que no quería que lo vieran trabajando.

—Aaaah... —Fang Chi suspiró.

Miró fijamente la televisión por un momento, y luego su madre entró en la sala.

—Xiao-Chi, ve a recoger a tu tía en el camino, ya llegaron y trajeron muchas cosas...

—Está bien. —Fang Chi, que se sentía aburrido a morir, saltó inmediatamente después de escuchar esto y señaló el piso de arriba después de pensarlo—. Despierta a Fang Hui, ya es casi mediodía.

—¿Todavía no se ha despertado? —La voz de Fang Yun vino del patio, la familia del segundo tío había llegado. Fang Yun frunció el ceño y entró en la casa—. Voy a llamarlo.

Fang Chi salió corriendo del patio con Chico siguiéndolo de cerca.

En el aire fresco y helado, había un ligero olor a humo. Fang Chi corría cómodamente mientras recogía pequeñas piedras y las lanzaba hacia un lado, observando a Chico correr y ladrar antes de ir a recogerlas.

imprevisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora