68. PORQUE TENGO SEGUNDAS INTENCIONES CONTIGO

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EN EL MOMENTO en que Fang Chi dijo «Cheng Mo», todos se quedaron mirándose sorprendidos unos a otros. Cuando Cheng Mo les ofreció sentarse a la mesa, ninguno de ellos se movió de su sitio, todos permanecieron de pie sin ningún indicio de cambiar de posición.

—¿Qué pasa? —Cheng Mo frunció el ceño—. Siéntense, o si prefieren comer parados, adelante, solo aparten las sillas y quédense de pie.

Fang Chi sonrió y se acercó para sentarse, así que los demás lo siguieron en fila y se sentaron.

—Da-ge. —Li Zheng asintió con la cabeza tan pronto como se sentó—. Gracias da-ge, por dejarnos unirnos a su mesa.[1]

—Pidan algo. —Cheng Mo tomó los menús y lo arrojó frente a ellos—. Todavía no hemos ordenado, ustedes pidan, luego dividimos la cuenta.

—Está bien. —Li Zheng tomó un menú y lo hojeó, luego se lo pasó a Liu Yu—. Pide tú.

Liu Yu tomó el menú, lo revisó un par de veces, no dijo nada y luego lo colocó frente a Fang Chi.

Fang Chi suspiró, tomó el menú y comenzó a revisarlo. Los precios en este restaurante no eran altos, así que miró hacia la mesa de al lado donde estaban comiendo y notó que las porciones eran bastante generosas. Por lo tanto, decidió pedir seis platos y una sopa de manera rápida y decidida, según el número de personas.

—Aprendan. —Cheng Mo les sonrió—. Pedir comida no debería ser tan difícil.

Li Zheng, parlanchín de primera clase, estaba un poco nervioso al principio, probablemente porque sabía que este era el mismo Cheng Mo que había resuelto una pelea rompiendo la puerta del dormitorio con tres patadas, todo en dos minutos, y luego había escapado con éxito, justo la noche anterior. Pero esta tensión solo duró unos minutos, cuando el mesero comenzó a servir los platos, ya estaba charlando animadamente con los compañeros de Cheng Mo.

—En serio, mi primo está en la Facultad de Periodismo. —Bebió un sorbo de té—. Él fue quien me dijo ayer que el que había pateado la puerta era Cheng Mo.

—¿Por qué no vino tu primo a entrevistarme? —dijo Cheng Mo.

—¿Qué tal si hago una llamada para concertar una cita? —Li Zheng parecía serio.

—Agente, ¿tengo tiempo libre últimamente? —Cheng Mo se volteó para preguntarle a la persona que estaba a su lado.

—Seguridad está buscando a la gente, no tienes tiempo para entrevistas si planeas huir. —Esa persona también parecía seria.

—Instalarán cámaras de vigilancia el próximo mes. Dicen que vamos a tener tres en nuestro piso, siento que una de ellas va a estar justo en la puerta de nuestro dormitorio. —Cheng Mo comió un bocado de comida con su palillo—. Fang Chi, ¿eres Lao Xi Er o qué? Has ordenado con mucha habilidad.

—No —dijo Fang Chi—, nací con estas grandiosas habilidades.

Cheng Mo lo miró y sonrió.

Inicialmente pensó que esta cena sería un poco tensa, pero gracias a la presencia de Li Zheng, las personas en la mesa conversaron muy alegremente.

Fang Chi no dijo mucho y los escuchó conversar, enviando mensajes a Sun Wenqu con la cabeza gacha mientras comía.

Sun Wenqu acababa de llegar a la casa de Ma Liang y estaba hablando de ir a cenar pronto. Fang Chi quiso llamarle para decirle unas palabras, pero se lo pensó mejor y decidió no hacerlo. Ahora mismo seguro estaba cansado y hambriento, mejor hablar más tarde.

—La universidad tiene un equipo de escalada en roca, se creó recién el año pasado. —Cheng Mo de repente se volvió hacia él—. ¿Quieres unirte?

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