¿Amigos o enemigos?

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DOS MESES

Gracias a la tecnología lograron entenderse con los aliens, Hange y los demás ocuparon una pequeña casa con todas las comodidades necesarias. Sin embargo, siempre estaban vigilados. Hange quería intentar hablar con el Gran Consejo de ancianos, pero nunca era escuchada. En su lugar, siempre iba Armin y Mike, quienes llegaban con noticias poco favorables. No los dejarían de vigilar, pues eran considerados una amenaza. Además, debían cumplir con tareas en la agricultura.

Por las mañanas, Hange iba al campo con algunos ancianos, niños y algunas mujeres. Todos notaban que en el pueblo de Akere no existían muchas mujeres. No sabían las causas, pero sabían que las féminas debían estar casadas, engendrar hijos y ninguna podía ser de la milicia u ocupar cargos importantes, debían quedarse en casa o el campo por su propia seguridad.

El alien que ayudó a Hange, cuyo nombre era Kian, siempre los ayudaba en lo que no entendían. Era amable, hablador, pero egocéntrico. Explicaba cosas sobre su mundo, además les obsequio libros para que aprendieran el idioma original, los días pasaban con calma, para el grupo.

Un día, Hange estaba preparando una sopa para todos cuando Kian se asomó detrás de ella. Metió un dedo en la sopa, la probó y, con su típico tono molesto, dijo:

-"Necesita sal. Además, me gusta con más verduras. ¿Para qué vengo a visitarlos si siempre me das sopa insípida?"

Hange sentía que aquel hombre disfrutaba de enfadarla. Lo había conseguido en ciertas ocasiones, pero jamás habían llegado a los golpes.

En la mesa, Kian se colocaba como si fuera un invitado más. Gracias al dispositivo en sus cabezas, lograban entender sus frases o bromas: "No soy creído, soy perfecto." "Sabes, yo sé hacer las cosas mejor que tú, Reiner." "Si Mike me huele es porque le gusto." "La comida en mi boca sabe mejor" . Todos se habían acostumbrado a su presencia a la hora de comer, además repetía plato, parecía que nunca estaba satisfecho. 

Hange encontraba algunas de sus bromas divertidas, pero sentía que los vigilaba . Había varios animales parecidos a Rivi con algunos soldados o gente de la realeza. Armin se atrevió a preguntar sobre su origen.

-¿Esos animales Kian qué son? 

- Son leales, alertan sobre los titanes,  pueden ayudarte a teletransportarte, mediante ellos mismos u objetos -Menciono Kian tomando a su mascota entre sus manos- 

- Eso es posible ¡Vaya! -Comento la castaña con una sonrisa- 

- Todas las cosas son posibles, mientras pienses en mi. -Respondió con una sonrisa hacia ella, empezando a entregarle los suministros- Sabes Hange, parece que el consejo quiere que tus amigos se unan a la milicia, nos vendrían bien manos para pelear, pronto serán las cosechas.

-¿Las cosechas? 

- Los titanes vienen por periodos, nos atacan. Exterminan.

- Debes contarme sobre eso.

Hange abrió los suministros para empezar a comer algo, siempre les daban licor, pero habían decidido no beberlo, era demasiado fuerte, incluso Reiner, Armin y Pieck que poseían a los titanes caían rendidos tras tomar tres copas, Mike duraba sobrio mas que ellos, lo que era muy extraño. Aparto la botella, Kian la abrió y se la tomo de golpe

- ¿No te gusta Hange?

-No, es muy agrio jeje. Los chicos no pueden beber eso

- Es una bebida de los dioses, dice que si la tomas estarás protegido, los titanes no te comerán

- ¿Curioso? ¿Por que?

-Los pone... -No encontraba las palabras, pero imito pasos de un ebrio-

- Ohh ¿Lo han usado como tranquilizante?

Volvernos a Encontrar Parte DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora