Alianzas rotas

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La habitación se quedó silenciosa sin la presencia de la castaña, empezó a acomodar las cosas en su lugar. Las botellas y comida en el suelo lo hicieron suspirar ¿Realmente habían estado teniendo relaciones de esa manera tan loca? Busco como le indico algún suplemento de limpieza en el baño.

Era un baño realmente extraño, una cabina blanca que supuso era la regadera. Había un retrete y un tocador que no tenía llave ¿De dónde demonios salía el agua? Pensó, mientras agarraba una especie de escoba. Empezó a mover el artefacto por la basura, increíblemente la iba reduciendo y se llenaba una bolsa muy pequeña. Era como una aspiradora, pero no ruidosa. Levi sonrío realmente el artefacto era práctico y limpiaba bien.

Tomo las sábanas de la cama llena de manchas de frutas y sus fluidos. Las hizo bola y las dejo sobre lo que se dio cuenta era ropa sucia de Hange. Busco en un armario sábanas limpias y cobijas, pero solo estaba ropa desordenada. Empezó a ordenar todo.

Organizo los vestidos por colores de acuerdo a las letras del alfabeto, la ropa común la coloco por colores y estilo. Miro las bragas con perfectos encajes, las doblo y las dejo en el costado. A Hange le quedaba eso demasiado bien.

Fue hacia el baño, era hora de quedar limpio. Observo aquella cabina blanca, se retiro su bóxer entrando, busco los botones en las paredes, encontró una piedra de cuarzo que se movía. El agua empezó a caer en una buena temperatura, las manchas en su piel iban saliendo poco a poco. Agarro un jabón que olía parecido a la lavanda, a eso olía Hange, obvio cuando se bañaba, lo frotó por su torso y brazos recordando el suceso de la noche.

FlashBack

-La apoyo contra la amplia ventana de la habitación, sus palmas y pechos tocaban el frío vidrio, mientras su cuerpo estaba caliente y sudoroso. Levi mordisqueó su cintura.

-Estas loco... Aaah nos pueden ver -Suspiro Hange -

-Tu querías la ventana

-Aaah, si quiero por favor

Continuo con una línea de besos por su espalda, sus manos se colocaron alrededor de su cintura y bajaron para encontrarse con la intimidad de la castaña, de espaldas siempre se veía hermosa, con un toque de misterio era excitante, al pelinegro le enloquecía verla de esa manera.  Beso su espalda mientras sus dedos estimulaban su clítoris . Hange veía las dos lunas del planeta entre jadeos, estaban locos por hacer algo como eso, podrían verlos desde la otra torre, pero estaba perdida por los besos y caricias de  Levi.

Sintió como las manos fuertes hicieron que incline su espalda frente a la ventana colocándola en cuatro. Su trasero fue palmeado con fuerza, gimió fuerte y mordió sus labios. Lo escucho repetir con voz ronca "Tu eres mía y yo soy tuyo". Una mano la sostuvo de la cintura cuando el empezó a entrar en ella, golpeaba su pelvis contra el trasero de Hange. La sensación era placentera, la posición le hacía entrar más profundo haciendo que varios gemidos salgan.

-Aaah Levi no pares... -Repetía entre varios jadeos-

El pelinegro se movía dentro de ella, su miembro se deslizaba entrando y saliendo. Con su otra mano alternaba entre suaves caricias y palmadas, observaba la redondez de su trasero-

-Siempre me gusto tu trasero aaah Hange

-Cállate y hazme tuya mmmm Levi 

El vidrio a la luz de las dos lunas los reflejaba levemente, Hange apreciaba como el se movía dentro de ella, como la acariciaba como abría sus labios cada vez que jadeaba. Se mordió los labios cuando el hizo un movimiento con su miembro en ella, sus palmas permanecía inmóviles en la ventana. Podía ver sus ojos intensos, su cabello moviéndose por el esfuerzo de penetrarla una y otra vez.

Volvernos a Encontrar Parte DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora