Enemigos

65 12 33
                                    


Hange caminó con paso firme por los pasillos de la base militar, su mente llena de interrogantes. Se dirigía hacia las celdas de contención, donde intuía que se desarrollaba un nuevo experimento relacionado con la cristalización del titán.

Al llegar a la entrada de las celdas, se encontró con el doctor Nowicki, su mirada penetrante y fría clavada en ella. Hange ignoraba las intenciones , pero su intuición le advertía que no tramaba nada bueno. Siempre había desconfiado de él, un hombre cuya mente brillaba por su inteligencia pero se nublaba por la ambición, además era el culpable de la muerte de la madre de Levy, incluso todos conocían la reputación del sujeto que experimentaba con gente hasta que morían.

- Doctora Hange, ha llegado el momento de presenciar un avance histórico en la investigación de los titanes.

Hange no respondió con palabras, solo con una mirada que expresaba una mezcla de curiosidad y cautela.

Nowicki la condujo por un laberinto de pasillos hasta llegar a una sala oscura y húmeda. En el centro de la sala, había una silla eléctrica, la castaña no entendió ¿Qué quería hacer con eso y los titanes? Su voz interior le dijo "Saca tu arma y mátalo en este momento" Pero ninguno de los dos sospecho lo que estaba a punto de ocurrir. 

La base tembló, las alarmas sonaron, los pasillos se llenaron de militares portando armas y saliendo deprisa. Hange vio como las paredes caían, empezó a salir seguido de Nowicki, se escucho gritos, disparos, eso solo significaba una cosa, el titán verde había salido de su cristalización.


Levi y Erwin fueron avisados, la base militar y todos sus miembros corrían peligro, incluso las ciudades cercanas, el titán había salido de su cristalización empezando un ataque hacia los militares que lo custodiaban, no se había transformado aún, pero estaban seguros que pronto lo haría. Erwin acelero, debían llegar a tiempo para salvar a todos. 

Lo primero que hizo Hange fue buscar a Eren, para decirle que debía transformarse, pero en el pasillo un soldado la detuvo, pudo notar sus ojos con brillo extraño, incluso la sujeto del brazo con fuerza, no cabía duda era un supersoldado, ahora manipulado por el titán verde.


- Hey soldado, solo quiero ir al baño -Menciono Hange con una sonrisa.

- No puedes salir, son mis ordenes. 



El soldado, con una mueca de crueldad en su rostro, se lanzó hacia ella con un puñetazo demoledor. Hange, con un movimiento veloz, esquivó el golpe y contraatacó con una patada certera en la rótula de su oponente. Un rugido de dolor resonó en la sala mientras el soldado se desplomaba al suelo, su rodilla doblada en un ángulo antinatural. Hange aprovechó la oportunidad y se abalanzó sobre él, descargando una serie de golpes rápidos y precisos en su rostro y pecho. El soldado aturdido y desorientado, intentaba defenderse con torpes manotazos, pero Hange era demasiado ágil para él, logró ganarle dejándolo inconsciente en el suelo, corrió deprisa por los pasillos cuando se tropezó y su cuerpo se toco contra alguien.

-Perdón.. 

- Cuatro ojos, siempre andas distraída. - La sujeto a él.

- JAJA LEVI -Hange se abrazo con fuerza, se inclino para darle un beso, ignorando la presencia de Erwin.

- Si ya terminaron de abrazarse y besarse, vamos tenemos que encontrar al titán. -Menciono Erwin incomodo ante las muestras de afecto de la pareja. 


Volvernos a Encontrar Parte DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora