Volvernos a Encontrar Parte Dos

Otras vidas parte dos

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Sasha y Nicolo

Sasha y Nicolo, dos almas que se encontraron en medio del caos, unidas por un lenguaje que solo ellos comprendían: el de la cocina. Ella, una soldado con un apetito voraz y un corazón aún más grande. Él, un chef talentoso que encontraba refugio en sus creaciones culinarias.

En el pasado, sus sentimientos se entretejían entre miradas cómplices, sonrisas tímidas y gestos cariñosos. Las palabras nunca fueron necesarias, pues cada bocado que Sasha disfrutaba era una declaración de amor para Nicolo, y cada platillo que él preparaba era una oda a su devoción por ella.
destino los reunió nuevamente en esta vida, brindándoles la oportunidad de convertir su amor en algo tangible. Juntos, emprendieron su sueño de un restaurante, donde los aromas y sabores eran la banda sonora de su historia. Construyeron un hogar, un refugio donde compartían risas, complicidades y el calor de un amor.

Sin embargo, tras su separación a causa del titán de fuego, Sasha se quedó en otro mundo en compañía de sus amigos, mientras Nicolo se quedó en su planeta dedicado a la cocina y ayudando a la familia de Sasha.
Ambos querían estar juntos, Sasha se dedicó a escribir un diario donde anotaba todo lo que hacía, para que Nicolo lo leyera.

El reencuentro llegó mientras Nicolo servía una mesa, Sasha silenciosamente entro en la oficina, él cansado dejo a uno de sus empleados atendiendo. Suspiro y se dejó caer en la silla, unas manos cubrieron sus ojos, sabía que ella era su amada Sasha estaba ahí con él.

- Hoy hice tu plato favorito, carne y papas a la francesa. Si me destapas los ojos te puedo dar

- ¡Nicolo! YO TE DEJE SOLO MUCHO TIEMPO, LO SIENTO...

- Sasha, siempre te voy a esperar, pase lo que pase.

- Te amo Nicolo...

- Yo te amo mucho chica patata

Ambos fueron a la cocina, empezando a revisar que todo estuviera listo, aunque a Sasha le sonaba el estómago. Nicolo le sonrió de forma tierna, pero sus miradas se encontraron y una corriente eléctrica recorrió sus cuerpos. Nicolo, sin poder resistirse más, dejó la espátula y se acercó a ella con pasos apresurados. Sasha, con el corazón palpitando a mil por hora, no hizo nada por detenerlo. En medio de la cocina, entre ollas y sartenes, sus labios se unieron en un beso apasionado. Era un beso que llevaba años esperando ser dado, un beso cargado de anhelo, de amor y de una pasión que había ardido en silencio durante tanto tiempo.

Sus cuerpos se fundieron en uno solo, olvidando por completo el mundo que los rodeaba, incluso a los empleados.  Las manos de Nicolo recorrieron la espalda de Sasha, acariciando cada curva de su cuerpo, mientras que ella enredaba sus dedos en su cabello. Sus besos eran cada vez más intensos, más urgentes, como si quisieran compensar todos los años que habían estado separados. 

- Aquí no -Susurro ella con una sonrisa.

- Tienes razón, llevemos la comida para mi oficina.

La pareja se retiró de la cocina, comieron, compartieron varios besos, hasta que llegó un mensaje de Hange Zoë solicitando el servicio de comida, para su boda. Sasha sonrió de la emoción.

- Por fin se van a casar, tenemos que hacer un menú delicioso y yo voy a probar todo.

- Tu puedes probar todo y probarme a mi también.

Ella se colocó de ahorcadas en las piernas de su novio, sus labios se apegaron a los suyos en un apasionado beso. Nicolo no quiere perder tiempo, hace que se acerque al escritorio, bajo su pantalón y pasa sus dedos por su ropa interior, comienza a acariciar su intimidad, lenta y seductoramente