Cuando llegó al trabajo estaba de cierto modo feliz, ese día se había puesto un pantalón de mezclilla, una blusa floreada color rojo y unos tacones, perfume y un maquillaje limpio y bonito. Se ponía crema humectante en las manos mientras esperaba a los demás porque ese día había una pequeña reunión de profesores, uno por uno llegó hasta que lo vió, alto, atractivo y con un olor delicioso emanando su masculinidad y sobretodo, lo que ella aún no sabía, a prohibido.
Algo en él le hacía imposible apartar la vista, la camisa blanca un poco ajustada le hacía resaltar los brazos y la espalda, vio sus manos, tenía dedos largos y bonitos, le recorrió el cuerpo y le vio el rostro que estaba de perfil, tenía labios rosas y ojos bonitos, y por último su cabello que le cubría la frente y que lo tenía partido en medio, él le resultaba interesante, se veía de unos veinticinco años tal vez, su intención nunca fue conseguir una pareja tan pronto pero él definitivamente le había gustado. Cuando la presentaron ante los demás, le sonrieron cordialmente y les dirigió una sonrisa a todos.
En la hora del desayuno logró hablar con sus nuevos colegas y ellos la invitaron a sentarse juntos, en esa mesa se encontraba él, comiendo un desayuno casero, le sonreía a sus colegas y era la sonrisa más linda que había visto en alguien ¿cómo podía ser un adulto con esa sonrisa tan tierna? Tomó asiento delante de él y se presentó, él le contestó cordialmente otra vez probablemente acostumbrado a las costumbres de su ciudad natal, estaba encantada por este nuevo chico, hasta que le vió el anillo
—¿Eres casado? —le preguntó
Él respondió felizmente que sí
—Oh —sonó más desilusionada de lo que creyó, pero agradeció que nadie lo hubiera notado —Te ves tan joven ¿cuántos años llevas casado?
—¿Qué te dije Seung? —entre risas habló Richard viéndolo a él, un profesor y ahora su nuevo colega de trabajo —Siempre piensan que es un novato aquí porque se ve tan joven —ésta vez viéndola a ella
—¿Te ha pasado antes?
—Sí —contestó avergonzado
—¿Cuantos años tienes?
—Treinta
—Oh vaya —creyó de verdad que tenía la edad de ella, unos veinticinco o veinticuatro
—¿Y cuantos llevas de casado?
—En unos meses cumpliremos cuatro años
—Te casaste joven
—Sí y fue la mejor decisión —sonrió
—¿Y tu esposa cuántos años tiene?
—Veintinueve, te sorprenderías al verla porque se ve aún más joven que yo
—Es cierto —contestó una compañera de ellos —Yo le tengo envidia
Rieron en la mesa y él se sintió complacido de que halagaran a su mujer.
—Perdón por tantas preguntas es solo que creí que eras más joven
—No te preocupes me pasa siempre
El desayuno concluyó y ahora ella estaba sintiéndose tonta, había querido ligar a un casado.
Su día terminó y se dirigía a la entrada para por fin ir a casa cuando lo vio cruzar con muchos documentos en las manos, se apresuró y le ofreció ayuda, dejaron las carpetas en su salón de clases y salieron. En el camino se quedaron en el pasillo hablando de trivialidades y logrando conocerlo un poquito más, él hablaba tan bien y todo lo que salía de su boca le parecía interesante.
Habían pasado un rato platicando hasta que él vió la hora de su reloj, se habían quedado mas tiempo hablando de lo que creyeron, le dijo que debían irse y ella lo siguió, al salir siguió platicandole sobre cómo se adaptó a Canadá cuando se mudó hace unos cuatro años y lo interrumpió una llamada pero no contestó y siguió concentrado en su platica de adaptación en una ciudad desconocida para él, le pareció lindo lo concentrado que estaba por ese tema, ¿por qué surgió ese tema y por qué él estaba tan concentrado en contarle? Porque Rachel también se había mudado apenas hace unos meses, todo era nuevo para ella, y ese gesto de él la hizo sentir tan conmovida.
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Infieles Minsung/skz family
RomanceHan Jisung conoce a una hermosa pero poco femenina chica. Para Minha este es el primer chico que hace que se quiera sentir sensual; pero todo eso se acaba cuando Jinnie le dice que aquel chico de mejillas grandes es quien tanto le gusta. Y tras años...