Infieles Minsung/skz family

19. Creo que existe un tercero

Era veintiocho de marzo, cuatro días que llevaba sin hablar con su esposo. Él trató todos esos días en hablar con ella pero lo rechazaba y evitaba estar en su presencia, estaba enojada e indignada, lo que hizo no iba a perdonarlo tan fácilmente, ¡había roto la confianza! Maldita sea, ¿no se daba cuenta? Y todo por una mujer. No podía confiar en él como antes, tenía que ganarse su confianza de nuevo.

Ese día estaba preparando la segunda habitación de su casa, se levantó tarde porque no iría al trabajo, cambió sábanas, limpió y ordenó, pues esa misma noche llegaba Jisung, al parecer al ascender en el bufete que trabajaba le habían dado más responsabilidades y oportunidades, fue en una llamada que le hizo a Minha cuando contó de su nuevo puesto, lo contó con tanta emoción que lo celebraron juntos con unos gritos. La llamada tenía dobles intenciones, primero contarles de su ascenso, obviamente era para compartir su felicidad con su hermano y su cuñada, el segundo para pedir alojamiento, pues al haberle dado más responsabilidad le dieron un "caso de bienvenida", que así era como le llamaron, sabían de sus habilidades como abogado así que le confiaron con plenitud un caso en el extranjero, en Canadá.

Jisung bajó del avión y estuvo pasando la vista en busca de su hermano o de Minha, hasta que la vió a ella de pie, llevaba un overol de pantalón color café, le quedaba un poco ancho pero eso la hacía ver linda y tierna, a pesar de los años seguía viéndose hermosa, ella lo vió y sonrió abriendo sus brazos para él

—Hannie —lo apretó a ella —¿Cómo estuvo el viaje?

Él también la abrazó y la levantó un poquito del suelo

—Agotador, solo quiero darme una ducha y probar tu comida

—Que bueno porque cocine exclusivamente para ti ¿Cómo están Jinnie y los niños?

—Excelente gracias, te manda saludos, Binnie tiene un obsequio para ti por cierto

—Que lindo mi niño, dámelo al llegar a casa

—Claro, ¿y Seungmin?

—En el trabajo creo

Minha se dió la vuelta y se encaminó al auto, cuando estuvieron listos para partir volteó a verla y le vio la cara seria. La pregunta pareció, no pareció, hizo tensar el ambiente, pero no quería ser metiche mucho menos ahora que acababa de llegar y estaban siendo amables con él dándole un lugar donde quedarse esa semana entera y sin pagar un peso.

—¿Todo bien?

—Por supuesto —afirmó Minha aún sabiendo que Jisung no la creería

Llegaron a casa y no había nadie, Minha vio la hora, eran las nueve de la noche. Apretó la mandíbula pero no dijo nada más.

—Ven te muestro la habitación, he cambiado todo y esta todo limpio para que puedas usarlo

—Gracias Min, les agradezco que me hayan dejado quedarme

—No agradezcas más si somos tu familia, báñate y luego sal a cenar

Salió rápido de la habitación y Jisung se quedó a solas, llamó a su esposa para avisarle que había llegado bien y después se dió su merecida ducha y salió para cenar creyendo que encontraría ya a su hermano pero Seungmin no estaba por ningún lado. ¿Trabajando a las nueve de la noche? Sabía que la hora máxima de su salida era hasta las siete de la noche, dicho de la boca de él. Entró en la sala y Minha estaba sentada en el sofá más grande, tenía la vista fija en la televisión sin pestañear

—¿Cenamos?

—Oh no te vi llegar, vamos —su rostro en seguida mostró una sonrisa

—Hablaré a Seungmin, creí que recibiría a su hermano