Capitulo 32

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The Article Cooper 2/3

No tenía ni idea de que hacer con ese artículo. Durante toda la semana, intenté miles de trucos para poder empezar, pero era un no parar: escribía algo y, de pronto lo borraba al instante. Revisaba las Niles de preguntas para hacerle, pero ninguna me convencía. Era como un bucle sin fin de escribir y eliminar.

Irina por su parte, ni siquiera intenta hacer el artículo con Nían, en su caso prefiere hacerlo de algo destino... Sigue molesta con Nian. La entiendo, no es fácil poder manejar estas situaciones y más cuando Bella vive cerca de su novio.

—¿Qué estás haciendo tú?, ¿cavando tu propia tumba también?—me pregunta Eliot

—Estoy haciendo lo correcto, Eliot—le contestó.

Más que cavar mi propia tumba, trato de arreglar lo que un día había pasado en internet y todo se volvió un caso... Marcos, me mira confidente tranquilo, aunque le pone una cara seria a Eliot cada vez que intenta hacerme sentir mal.

Puedo de pensar que no me sentía del todo segura con todo esto, pero hay algo que me da confianza: sé que Marcos estará ahí para apoyarme. Pero, de verdad, durante estos días lo he pensado mil veces. Estuve a punto de echarme atrás porque me siento un poco agobiada, ¿sabes? Sería más fácil dejarlo todo así, que echar todo para adelante, pero es que tengo ese lío en la cabeza, de querer hacerlo y a la vez de no querer remover más todo, imaginaros si vuelve todo a ser un caos, mi salud mental se volverá peor y no habrá citas de patines que lo solucione.

Bueno, al menos habrá un Marcos Cooper que te apoye, ¿no?

Cierto y con la seguridad que el me da, puedo decir que haría ciegamente cualquier entrevista.

—¿Qué le pasa a tu amigo?—me pregunta

—Lo de la entrevista no le parece buena idea.

—¿Y a ti te lo parece?

—Si es un buen avance para nuestra historia... Luego, lo que pase ya es otra historia, porque podría pasar de todo, ¿no? Quizás me odien por hacerte una entrevista para un concurso de la universidad, quizás tus fans me odien un poco más de lo que ya hacen. Quizás estaría horas y horas hablando al respecto, pero prefiero callarme y concentrarme. Lo mejor es ser impulsivos, ¿sabes? Aunque la impulsividad a veces no funcione a mi favor.

—Definitivamente, creo que estás bajo ese efecto del cual siempre mencionas.

—Lo estoy,..

Irina, por su parte, está ahí sentada junto a Eliot, ocupando mi cama como si fueran los dueños del lugar y incluso siento que ninguno de los tiene la cabeza aquí. Están tardando una eternidad en largarse, y yo solo quiero quedarme a solas con él para ponernos a trabajar en lo nuestro. Marcos, como siempre, agarra su botella de agua y se toma una de sus pastillas, mientras que yo, intento hacer señas a los chicos para que se larguen, pero parece que no entienden señales humanas, no entienden el código de cejas largaros.

¡Necesito algo más efectivo que un código morse improvisado con las cejas!

Marcos, me mira con curiosidad, no capta mis expresiones pero se rie de ello como si fuera lo más gracioso...

—¿De qué te ríes?

—¿Quieres que se vayan? —me pregunta.

—No, qué va... Están... Ahí de adorno los dos y... Yo quiero que trabajemos cómodos, ya sabes, ellos me desconcentran —le digo.

—Solo di que quieres que estemos solos, Jude.

—No... Yo... La verdad que... Vale, sí, quiero que estemos solos.

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