—¿Estas diciendo que no ha podido reaccionar, cuando le has tocado...?—pregunto Miu
—Si, es... Ha sido bastante extraño, yo... Te lo juro que yo estaba ahí y no entendía nada—conteste.
Eliot ocupa el espacio en la cama de Irina, Miu está sentada a su lado, habían venido a verme después de que les comentara lo que había pasado con Marcos Cooper en el cine. No entienden nada, al igual que yo. Aunque intentó repasar ese momento en mi mente, varias veces, y sigo sin entender qué le sucedió... Pensaba que estábamos disfrutando de la cita... Bueno, disfrutar del todo no sé, porque la película era de terror y yo la detestaba... Los sustos han arruinado todo.
—¿Pero es alérgico a los humanos?—pregunta Eliot
—Que no lo sé, al menos Ane ha venido a buscarle y yo he terminado viniendo en el bus sola...
Nos sumimos en un silencio incómodo todos a la vez.
¿Porque no me había comentado sobre lo que le pasa cuando le tocas? ¿o algo...? Había pensado en varias cosas que podían haberle causado ese comportamiento, pero la idea de que no toleraba el contacto humano en su pecho resonaba muchas veces en mi mente. Era evidente que no le agradaba que lo tocara. Ahora, me resulta imposible entender exactamente lo que sucedió. Estaba completamente perdida, sin entender nada.
Me quedo pensativa durante un buen rato, hasta que Eliot rompe el silencio y hace un comentario.
—Puede que lo hayas asustado, Jude. Tal vez por eso se fue corriendo, el pobre —le miré con seriedad.
—No seas idiota —lo regañó Miu—. Estaban viendo una película de terror, ella le tocó, el pecho y reaccionó así.
Eliot cogió el portátil y teclea algo.
—¿Que pretendes hacer...?—le pregunte
—Investigó un poco en internet sobre los que tienen problemas con el tacto en la piel—no esperaba que lo hiciera—Hay un artículo que menciona que podría ser resultado de un trauma familiar o incluso efectos de drogas.
—Se que fuma pero... No tiene cara de que se droga—dije
—¿Segura que no se fuma tampoco tres porros al día...?
—Que sí, Eliot... No tiene cara de fumar porros y de drogarse, lo más probable es que sea algo familiar...
—Bueno, no saquemos conclusiones apresuradas. Tal vez podríamos hablar con él, intentar entender lo que está pasando.
—Me va a explotar la cabeza de pensar en todas en todas las cosas que podrían pasarle por mi culpa—comente.
Me quedé sumida en mis pensamientos otra vez, una mezcla de furia y confusión se apoderó de mí.
Me sentía mal, tratando de entender qué causó su reacción y qué hice mal. No sabía cómo lidiar con el silencio que persistía desde ayer. Odiaba las citas y ahora, la odio el doble. No quiero culparme, y me gustaría culpar a alguien más, pero era evidente de que todo eso lo había causado yo, por tocarle y derramarle una bebida encima.
Quiero deshacerme de estos sentimientos de culpa, pero no puedo... No logro pensar en que la culpa fue mía.
—Parece que el destino tiene su propio sentido del humor —añade Eliot, riendo. —Y tú, Jude, ¿alguna idea de por qué Marcos reaccionó así?
—Ninguna. Solo sé que ahora temo arruinar cualquier cita con un derrame involuntario —respondo.
—La vida te quiere mucho Jude—me vacila.
ESTÁS LEYENDO
Acordes menores
Teen FictionSe llama Marcos. Se apellida Cooper. Y toca la guitarra. Jude Brown es una estudiante de periodismo, tras un largo camino en su vida, tiene que buscar las perfectas maneras de distraerse y no pensar en el vacío que le dejó aquel chico que le rompió...