The show: 1/2
Nos encontrábamos en el backstage del concierto. Ese iba a ser mi primer concierto, aunque no lo estaba pensando mucho. No tenía idea de cómo podría salir esto, pero sabía que había dos opciones: bien o mal. Y ahora mismo estaba en... la mitad. Hace dos semanas ni siquiera me hubiera imaginado asistir a un concierto.
Desde el backstage, se escuchaban los murmullos del público impaciente y los aplausos esporádicos cuando alguien salía a probar el micrófono. Juro que nunca había estado en un lugar igual, era todo lleno de nuevas sensaciones. En el camerino de la banda dónde nos habían invitado a ir, el espacio era limitado. Frente a la entrada, había una mesa grande con mucha comida y bebidas. No tenía muchos detalles; era muy sencilla pero con mucho eco. Las paredes desnudas y el suelo de baldosas hacían que cada palabra y cada risa resonaran por la sala.
—¿Y te ha gustado estar con Chris?
—No, solo lo veo como un amigo y ha hecho unos comentarios innecesarios —Respondí
—Seguro que quiere algo más que una simple amistad...
—No me interesa, y no creo que lo haya dejado claro. ¿Te puedes creer que me daba vergüenza rechazarle?
—Si, me he dado cuenta y de que eres una chica de guitarristas, sin los tíos que más te molan—Irina sonríe al hacer ese comentario.
—¡Treinta minutos para salir chicos! —Grita Ane, la manager.
Estaban todos los chicos en el camerino, menos él... Marcos no daba señales de vida, el único que faltaba para entrar al camerino. Me extrañaba su ausencia en ese momento. Seguro que llega ahora, pensé. Clavé la mirada en la puerta como treinta veces, esperando que apareciera de la nada. Me daba igual si mis amigas notaban lo nerviosa que estaba por verlo.
Entonces, me levanté del sofá y di un paso hacia adelante, pero Chris me detuvo antes de que pudiera salir.
Sus ojos lucían divertidos, pero aún no le había hablado sobre las citas y que no tendríamos ninguna más. Decirle a alguien que no quiero seguir viéndolo porque ya estoy encaprichada de otra persona es complicado. No quiero ser una rompecorazones, como lo fueron conmigo. Necesito encontrar la manera justa de explicárselo sin destrozarlo por completo. ¡Pobre! Es un chico estupendo, atento y siempre amable, pero no provoca en mí el mismo efecto que Marcos.
Joder, si tan solo Marcos entrara.
—Casi apostada de que no ibas a venir, ¿por qué has venido si no querías?—me preguntó Chris
—Hola, eso es lo que se suelen decir dos personas, cuando se vuelven a ver, ¿no?—le salude.
—Esas cosas no hacen falta, son una pérdida de tiempo, nosotros a lo importante... —me dice—Estás diferente, ¿Te has puesto más maquillaje de lo normal para venir a verme?
Oh mierda...
Estoy roja.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, lleno de vergüenza, especialmente después de soltar eso delante de todos. Me puse completamente roja. Una punzada atravesó mi corazón. Mierda. Los demás me prestaron algo de atención. En este momento, todos me observaban, y no era algo que me agradara mucho. Pero la peor parte es que incluso Marcos, que acababa de entrar por la puerta, me miraba sin pestañear.
El calor ardió sobre mi rostro. Me estaba mareando por la falta de oxígeno. Las miradas me quemaban. Pero tengo una amiga que siempre resuelve todo.
—El caso es que Jude es guapa, no necesita maquillarse para ti, Chris.—Ignoró a todos y volteó hacia Nian—¿De dónde son las hamburguesas? Están muy buenas.
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Acordes menores
Novela JuvenilSe llama Marcos. Se apellida Cooper. Y toca la guitarra. Jude Brown es una estudiante de periodismo, tras un largo camino en su vida, tiene que buscar las perfectas maneras de distraerse y no pensar en el vacío que le dejó aquel chico que le rompió...