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La vida de Borja había cambiado plenamente desde el día en el que llegó Raúl a su vida.

Raúl fue lo que le faltaba a Borja en su vida para que el alfa se diera cuenta que su relación con Quackity era una farsa, en la que solo follaban, pero no se amaban en verdad. Raúl no lo hizo en una forma invasora, respetaba muchísimo a Quackity, pero aquella relación era una mentira que solo afectaba emocionalmente a Luzu, cada vez más. También, fue Raúl quien le hizo a Borja entrar en razón sobre su actitud tan egoísta y agrandada hacia los demás, mayormente, omegas. Y claro, fue gracias a Raúl que Borja pudo experimentar el estar enamorado por primera vez, lo cual era raro para el alfa. No estaba acostumbrado a siempre estar pensando en alguien, estar tan atento, ser tan cariñoso, tan distinto. Borja quería darle a Raúl todo lo que fuera posible, quería ayudarlo, quería tenerlo a su lado, quería cuidarlo, quería estar ahí con el siempre.

Debido a que Borja se estaba enamorando, lo cual era algo nuevo y distinto para el, debía aceptar algunos riesgos, dudas y problemas que el estar enamorado implicaba, pero Borja jamás creyó que uno de los riesgos de estar enamorado significara tener que ser secuestrado por alguien. Pero allí estaba, en un lugar oscuro y con olor extraño, no recordaba ni cómo había llegado hasta allí, solo recordaba haber visto a Reborn y desmayarse por completo segundos después de verlo.

Borja despertó en aquel lugar oscuro por completo, no parecía haber una ventana, o alguna luz, o al menos no a simple vista. El alfa aún tenía la boca tapada con un paño, pero este no sabía raro, solo estaba ahí para evitar que el alfa gritara, eso suponía el. Sus manos y piernas estaban atadas justo como recordaba que lo estaban, tan apretados que le incomodaban. El alfa respiraba con dificultad, pensando en porque estaba allí, y si en verdad no había alucinado cuando creyó ver a Reborn. Borja no sabía cuánto tiempo había pasado desde que salió de su oficina hasta ahora, pero más importante aún, no sabía cómo estaba Auron.

El alfa escuchó pasos no tan lejos de el, se sentían cercanos y fuertes, Borja supo que no era nada bueno. El alfa se calmó, intentando no soltar ninguna feromona que demostrara miedo o nervios para así no parecer débil para la persona que fuera. Los pasos siguieron por unos segundos, y de un momento a otro, pararon. Seguido a eso, una luz blanca y brillante, como la de un hospital, fue encendida, iluminando toda la habitación permitiéndole a Borja ver donde estaba. El alfa miró a su alrededor, intentando mantener aquella mirada calmada, pero sentía sus nervios aparecer dentro de él, ya no solo era Borja quien sentía miedo, era también su alfa, quien jamás tenía miedo. Borja vio algunas cajas, pero no había mucho más en la habitación. Finalmente, en el campo de visión de Borja, apareció una persona, y Borja abrió sus ojos como platos.

Reborn, parado justo frente a el, mirando al alfa de arriba a abajo, abalizándolo. Borja no emitió ningún tipo de ruido, y si intentaba hablar, no sería audible debido al paño. Reborn parecía estar verificando algunas cosas mientras miraba el cuerpo de Borja.
- Bien, voy a matarte. - Dijo Reborn finalmente, para luego alejarse un poco y buscar algo en una de las cajas. Borja ya no ocultó sus nervios, eran notables para Reborn y para el. ¿Porque Reborn hacía esto? ¿Porque matar a Borja? ¿En verdad lo haría? ¿Era solo una amenaza? Lo que interrumpió los pensamientos de Borja, fue como el paño de su boca fue arrebatado con fuerza, provocando una rara sensación en la boca del alfa, le molestaba, pero quería hablar.

- ¿Estás loco? Si esto es una broma tuya y de Raúl no me hace ni puta gracia. - No pareció una broma cuando Reborn miró con tanta frialdad a Borja, y el alfa pudo ver el cuchillo en las manos de Reborn.

- Tengo que alejarte de Raúl de alguna manera, Borja, entiéndeme. - Habló Reborn, como si lo que estaba a punto de hacer fuera normal y buscara empatía por parte del alfa. ¿Enserio Reborn planeaba matarlo por Raúl? ¿Así de loco estaba?
- Espero que te hayas despedido bien de Raúl la ultima vez que lo viste. - Dijo Reborn, llamando la atención de Borja, quien inmediatamente pensó en aquel omega, y como la última vez que lo había visto había sido cuando el omega dormía profundamente frente al alfa, quien lo admiraba con enamoramiento en sus ojos. Borja estaba tan enamorado de Raúl, no podía perderlo, no había forma.

Bossy Boy !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora