Prólogo

62 21 12
                                    

Siempre fui yo

Eytan, ¡si! Así es mi nombre. Mis padres dudaron en ponérmelo antes de Nacer, me iba a llamar Carmelo, dándole prestigio a mi difunto abuelo que llevaba ese nombre, pero doy gracias al todopoderoso por sacarle esa idea a mis padres de la cabeza, porque para ser sinceros de seguro me harían bullying, de llamarme Carmelo me dirían <<caramelo>> y sería la burla de miles de pubertos sin oficio y sin vida social. Eytan quedó al final de todo, no tan único pero sí mejor que el primero que les había llegado a la cabeza.

Soy un chico especial, con ojos llenos de sueños e inquebrantable fe en mí, me aferraba a mi anhelo de convertirme en pintor. Mi pasión por el arte era tan intensa que me consumía por completo, aunque comencé dibujando garabatos y rayando las paredes de mi casa desde pequeño. Donde sólo recibía regaños de mis padres y quizás lloraba sin parar; cada pincelada se convertía en una expresión de mi alma. Sin embargo, era un secreto que me guardaba, temía que mis padres me descubrieran después de grande ya que su empeño siempre era; que fuese Abogado o médico.

No solo soy un chico soñador, sino también alguien serio y reservado. No me dejaba llevar fácilmente por las distracciones del mundo exterior y prefería pasar horas en mi propio mundo, sumergido en mi arte clandestino, y con mis audífonos a todo volumen.
A menudo, hacía reflejar mi actitud antisocial, que es malinterpretada por aquellos que no creen en mí, en lo que soy capaz; pero eso no me importaba, porque el mundo necesita más "distracción" que de lo verdadero, porque todos están jodidamente perdidos. Ya no quedamos artistas, hoy ser tiktoker haciendo estupideces, valía más que un gran artista con increíble imaginación. Quedan muy poco que nos amen, que nos entiendan y que se queden con el artista.

¿Mi verdadero amor?

Mi verdadero amor estaba en cada trazo, en cada color que daba vida a mi vida jodida, y a mi familia.
Pero como en toda historia, el destino reservaba sorpresas para mi. En medio de la búsqueda por explorar aquello llamado amor por el arte, encontré algo inesperado; el amor en sí mismo. Una chica misteriosa y fascinante apareció en mi vida, desafiando mi mundo solitario y cautivando mi corazón y, más que eso, motivándome a seguir a no dejarme vencer. Aunque cada persona es una obra de arte diferente, algunos son tan legibles como las de Da Vincci y otros confusos como los de Picasso. Pero todos somos un museo lleno de arte abiertos al público, aunque yo era privado. Mil veces me repetía, <<mi talento no vale, si yo mismo no lo admiro>>

Te invito a sumergirte en mi mundo, Porqué si cada cabeza es un mundo, yo tengo mi mundo, y es este. Bienvenidos a este viaje de autodescubrimiento, arte y amor.

NOTA DEL AUTOR:

Espero que esta historia la amen y se identifiquen tanto como yo (es mi historia más personal). Que hagan de ella una buena lectura y sobre todo, una buena reflexión de que a veces las cosas son efímeras y muy rara vez eternas.

Esta historia es un borrador. Pueden encontrar en ella, faltas ortográficas, errores y más.

Lxs amo ❤️

Pueden seguirme en IG:
@Yeick_gonzalez

POR ALLÍ A VECES SUBO COSITAS, Y TAMBIÉN EDITS Y RESEÑAS DE MIS HISTORIAS.

EYTAN [concluida] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora