CAPÍTULO 20

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En lo más profundo del corazón

La cita

EMMA:

—¿También tendrás una cita hoy?

—si, de echo mi primera cita después de todo.

—espero que te vaya super bien hermano, sabes que tu felicidad es la mía, Jason me ha invitado también a una cita, él es un buen chico, y nos amamos, se la lleva bien con papá.

—pues creía que era un hijo de puta... Pero la verdad si, es bien. A veces las personas nos sorprenden.

—Bueno hermanito, ya se me está haciendo un poco tarde, nos vemos, quizás mañana, no se ah que horas llegues.

—Pilas, con lo que haces Emma, escucha los consejos de mamá y papá.

—es una cita, no pasará nada, tampoco, voy abrir mis piernas

—¡Qué directa!... Pero igual, ve precavida, todo puede pasar, yo voy precavido.

—¡Oh por dios Eytan! ¡¿Vas a follar con Yazetmith?!

—shhh... No estoy diciendo que lo vaya hacer, todo puede pasar.

—bueno, entonces iré precavida.

—más te vale.

—te quiero, nunca lo olvides.

—yo también

—ven dame un abrazo.

—lo abrace, tan fuerte que par de huesos sonaron en su espalda—te amo hermano.

—y yo a ti, ya sabes, ¡cuidate!

Tomé mi cartera, y me fui, no sin antes despedirme de mamá y papá con un beso en la frente.

Estaba emocionada, papá y mamá, me habían aceptado con Jason, después de varias visitas papá terminó con más sentimientos por él que por mí.

Salí de la casa, viendo a Jason parado en su camioneta negra, con una sonrisa que me mataba y aceleraba más que mi corazón, las hormonas.

—¡Estás preciosa!

—Tu también lo estás

—bueno; entonces no perdamos tiempo.

Llegamos a un restaurante bastante prestigioso, la personas nos miraban de pies a cabeza, porque sabían que Jason y yo nos complementamos. Y éramos los más guapos del lugar.

Pedimos la orden para llevar. Se me hacía la idea de comer, bajo la oscuridad de la noche con la vista a la ciudad, en el mirador, donde los edificios se hacían diminutos y las luces reflejaban como estrellas unidas en un mismo cosmo.

—Me gustó la idea de comer aquí... En medio de la nada, pero con la vista hermosa—dictó Jason, llevando una porción de papas fritas a su boca.

—Mis planes siempre funcionan—exclame tomando de la gaseosa que teníamos a un lado.

—Creo que sin duda alguna estas son las mejores citas... ¿No crees?

—las mejores, y únicas—me acerque. besándolo.

El teléfono de Jason vibró en sus bolsillos.

—¿pasa algo? pregunte

—No, nada... Es solo Bryan que me está invitando a las carreras hoy.

—¡¿y vas a ir?!

—No. mejor es estar a tu lado, esas carreras del todo no son buenas. Si la policía nos agarra nos jodemos.

EYTAN [concluida] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora