CAPÍTULO 3

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EYTAN

Dicen que todo comienza, que todo llega, que todo surge y todo lo bueno llega a ti.

Soy el chico más pésimo para el amor. Todas mis relaciones pasadas( para ser sinceros he tenido pocas) se han ido, y no se si soy yo el problema, porque nadie se queda.

¿En realidad existe amor a primera vista? 

Creo que esta chica me esta empezando a gustar, me esta empezando a encender la llama del amor;  y puede pasar. Necesito un cambio en mi vida, y puede que encontrar nuevamente el amor sea una opción y el primer paso sobre todo. Quiero cambiar, quiero ser yo, él loco artista enamorado dejándome llevar por las musas de un amor.

No creo en el amor a primera vista, ni en los flechazos de repente, puede que cupido tire la flecha, pero es solo un mito, no creo en ese ser divino. Solo creo en lo real y en esto que comenzó a intensificarse, en esta curiosidad por saber si ella sentiría lo mismo por mi, no un amor, pero si algo, una curiosidad, un deseo de que nuestras miradas vuelvan a conectarse.

Ese día en el hospital Emma nos interrumpió nuestro momento, ella salió dándome una última mirada y yo sonriendo como tonto, y creo que eso me curó del todo. 

Me habían dado de alta. Estoy en casa, miraba al techo y mi mente solo piensa y piensa y sigue pensando. ¿En qué pienso tanto? 

Me arrolló, pero también despertó algo en mi corazón.

Bendito amor, que surge de formas inesperadas y bendita esta idea retrógrada que estoy sintiendo por ella, por Yazetmith. No quiero caer en las mismas desiluciónes; solo soy un tonto más, que se enamora a la primera. 

Estoy perdiendo la razón, esto no puede pasarme. ¿Y si lo intentó?. 

—Eytan ¿cómo vas? —dio un grito abriendo fuertemente la puerta de mi habitación. 

—¡mierda Emma!, aprende a tocar. Me pegaste un susto. 

—Ya no seas payaso. Vi como la chica esa y tú se miraban en el hospital… la follaste con las miradas

 —¿andabas de chismosa?... Jamás he mirado a una chica con lujuria. Y cuida ese vocabulario, ¡muchachita! 

—¡no para nada hermano!; solo quería ver qué onda esa tipeja. Los vi por la ventana y no despegué mi mirada de ustedes. ¿Te gustó? 

—Pues esa tipeja, creo... Que..

¡Olvidalo!.

—Eytan no escondas eso, vi como se miraban, y si; la chica es linda, pero mirate. Te atropello por descuidada… y eso no es un buen comienzo, a la próxima te mata en serio. No me cae bien del todo. Y eso que no cruzamos palabra. 

—pues, no lo sé, si tuve como una conexión algo que me despertó.

—A veces las conexiones no siempre llevan a un amor ¿ok?... Ella es una estúpida Eytan; sal a conocer obvio cuando te recuperes, allá afuera en el mundo en este mundo, no en el tuyo, hay chicas más bellas y no tan torpes.

—lo sé... Pero aquí ella no tuvo la culpa, fui yo por andar despistado.

—Bueno, soy la menos indicada para darte consejos, soy solo un pollo recién salido del cascarón, apenas empiezo a conocer esa palabra amor, así que; no se que decirte, pero no quiero que te deprimas por un amor más, que después resulte una total mierda.

— tienes razón, eres la menos indicada, pero la única que me escucha y comprende… No me lanzaré a la primera con ella, debo de conocerla más. 

—y así esté agonizando, voy a escucharte y entenderte hermano… Conoce mejor a la chica y ahí vemos que tal. 

—Te quiero tonta, ven dame un abrazo. 

—Un abrazo falso, te lastimaría de lo fuerte que quisiera abrazarte. —se acercó, me abrazó y postró su cabeza en mi pecho. 

—creo que no hay amor más lindo, que el de mamá, papá y tú. De hermana, intensa y estresante. Así, face to face. 

—Lo mismo digo, yo te odio Eytan no creas—bromea— pero también te quiero—sonrió. 

—¡tonta! 

—tonto tú... Mira que no quiero verte sufrir por amor. Como paso con 

Salma, Carla, y esa tal Patricia, que me caía bien mal, bueno todas tu ex me caen mal, porque dejaron perder un buen corazón para recibir migajas de Otros. 

Mi hermana tenía razón, quizás era solo ideas mías, una imaginación, un deseo que podía ser ficticio, si alguien me conocía en el amor era mi hermana, ella sabía lo mal que me había ido, solo un tonto amando locamente y no recibir lo mismo.

Entregue mi corazón a las personas incorrectas, ame y me deje llevar y creo que ese es mi problema. 

Aunque las nombradas no apuntaba como ex, solo fueron pasatiempos, de esos noviazgo de niño y secundaria. 

En realidad nunca he tenido un amor 

Esos amores de niños y secundaria no cuentan, son solo pasatiempos y autodescubrimiento. Que nos dejan “cortavenas” pero solo es un sentimiento. Nunca son amores reales, aunque mi tío vivió un amor de secundaria y hoy sigue perdurando, pero es cuando realmente la persona ama intensamente, y muy pocas  lo hacen, el verdadero amor se extinguió, Cuando dejaron de existir las cartas, las flores, y los dibujos qué expresaba todo; ese amor a la antigua qué quiero aunque sea joven. 

Estaba atento a todos mis tratamientos, tomándolo de pies a cabeza, para mejorarme lo más pronto posible, aunque la mano fracturada no era impedimento para lo que me apasiona. Si habían pintores con discapacidad, que los admiraba muchísimo, que solo pintaban con sus pies, o boca, por que yo no podía pintar con mi mano izquierda, esa mano que casi no usaba pero debía acostumbrarme a ser diestro. 

Me levanté de la cama, puse una cara de dolor, aún las heridas me dolían, pero no podía echarme a morir, cerré la puerta de mi habitación con seguro, tomé mis audífonos y puse mi playlist favorita. Comencé a sumergirme, a embriagarme en ese olor a pintura y en mi mejor amigo el pincel. 

Comencé por un boceto simple, una sirena en el fondo del mar, atrapada por una red pesquera. Comencé mi trazo, pinturas de varios colores, intentaba que saliera perfecto con mi mano izquierda, vi la venda en mi mano y me imagine algo más, un tiburón, el rey de los depredadores del mar, vendado, cicatrizado, con una flecha atravesando su cuerpo, tornando  el azul del mar en tono carmesí, en sangre. Pero salvando a la sirena. 

A veces la peor bestia, lo salvaje es la que salva la debilidad y fragilidad de las personas. 

Dicen que cada persona que tiene un arte o talento, ponen y dan lo mejor de sí mismo para que quede perfecto, cada pieza u obra lleva parte de nosotros, como los escritores que escriben mundos imaginarios, amores imaginarios, y personajes ficticios, pero siempre algo de nosotros se plasma en ellos. Esta pintura era parte de mi, llevaba parte de mi, de mi proceso, de mi fortaleza, y de todo lo que podía crear con mi imaginación. Era una persona fuerte por mi exterior, pero tan débil y frágil por dentro, que todo me estremecía y me hacía llorar cuando nadie me miraba, porque odiaba que mis lágrimas fueran risas burlona para lo demás, cuando en realidad lloras de verdad. Y no mereces ni un poco de afecto o una buena coartada de alguien. 

 Pintando se me escaparon unas cuantas lágrimas, cayendo en la paleta de colores, así qué no solo lloraba yo, sino cada pintura y arte que hacía, llevaba mis lágrimas, lograban conmigo.

Y eso era lo más valioso del arte. Una lágrima es más valiosa que todo. 

No estoy bien a pesar de sentirme bien.  

Guarde la pintura una vez que se secó en mi closet, a veces bromeaba conmigo mismo, que serían de ellas cuando salieran de mi closet. Serían extraordinarias porque eran pinturas extraordinarias. 

Allí era donde las ocultaba, para que nadie  las viera. 

EYTAN [concluida] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora