Epílogo

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Nunca es un final, siempre es un comienzo

El tiempo es como el agua fluir, lo vemos pasar, sabiendo que el recorrido puede ser largo o corto. Hasta encontrar en donde desembocar. Y creo que yo al final encontré mi Rivera,, mi paz, me encontré yo mismo en la realidad, en el tiempo, aunque perdido lleno de lecciones valiosas.

—Nunca en la vida dejes de creer en el amor, a pesar de que te hicieron no creer en él.

—Me engaño yo mismo si digo que no quiero volver a amar.

—tienes que hacerlo, porque el amor es lo que nos hace tener más AMOR.

—pero... ¿Hasta cuando sufro por solo  esa palabra?

—El amor es sinónimo de sufrimiento también. Quien te ama te hará sufrir, pero muy pocas personas se atreven a sufrir juntos hasta la última instancia.

—soy un extraño, un raro en todos los sentidos, eso es lo que pasa conmigo.

—Nunca fuiste ni serás raro o extraño, cada quien vive a su manera, y no intentes cambiar éso, porque esa es tu esencia.

Toda mi vida fui "extraño" "raro" como siempre solían decirme. Era antisocial, sí. Porque temía como la gente hablaba de mí a mis espaldas, ¿acaso era todo lo malo que podía existir?. mi vida desde pequeño no siempre fue con colores bonitos, pase por circunstancias que me hicieron una persona tímida y de pocas palabras, prefería guardar silencio antes de que explotara con palabras hirientes.

Desde que tengo conciencia me ha gustado mi yo, lo que soy, mi inteligencia y dones que amo.

Era imposible encajar en rostros familiares, como si estuviera en donde debería estar. Y lo que ellos eran, no significaba nada para mí. Se que había mucho más de mí. No podía parar de soñar, de ser lo que siempre quería ser, un artista, pensaba en que... Quizás podría ser alguien diferente, más que un anuario de memorias.

Si dejaba todo, y seguía la voz de mí hermana: << no ser abogado cuando en realidad el arte pintaba mi alma>>

Estaba arriesgando casi todo en mi vida. Miles de preguntas y una que no me dejaba dormir: ¿Estoy en el camino correcto?

Si. Debía salir de lo viejo, y encontrar mi camino hacia algo nuevo. ¡Doy lo que sea necesario!.

Era imposible no recordar aún a mi hermana... Y era imposible cómo no recordar a Yazetmith.

Como olvidar cuando me dije que no creía en el amor. Cuando me ahogue en mis propias lágrimas. Recordando con melancolía todos los momentos vividos con Yazetmith. Cada palabra que antes era música para los oídos, ahora son solos ecos lejanos y sin sentido. La nostalgia se adueñaba de mis pensamientos, recordando con melancolía los momentos felices que vivimos juntos. Las risas compartidas, los besos robados, las miradas cómplices. Todo eso parece haberse desvanecido en el aire, dejándome solo en un vacío doloroso. Pero a pesar del dolor, el corazón se negaba a rendirse. Aunque las heridas fueron profundas, el deseo de amar y ser amado sigue latente.

Era como si existiera un fuego interno que se negaba a apagarse, alimentando la esperanza de un nuevo comienzo. Y así, poco a poco, las cicatrices empezaron a convertirse en lecciones de vida. aprendí a valorar cada momento, a no dar por sentado el amor que se tiene. Aprendí a ser más fuerte, a levantarme después de cada caída. Aprendí a perdonar y a dejar ir, para liberar espacio en el corazón para un nuevo amor. Porque aunque el amor se haya desvanecido, no significaba que el amor en sí era efímero. El amor es un sentimiento eterno, capaz de sanar las heridas más profundas y de llenar los espacios vacíos. Es un regalo que se renueva en cada nuevo encuentro, en cada nueva oportunidad de amar. Así que, aunque el camino pueda ser difícil y doloroso, el corazón se aferra a la esperanza de encontrar un amor que sea capaz de curar todas las cicatrices. Un amor que sea más fuerte, más profundo y más verdadero. Un amor que traiga consigo la promesa de toda una vida llena de felicidad y plenitud. Y así, con valentía y determinación, el corazón se abre nuevamente, dispuesto a recibir ese amor que tanto anhela. Porque en el fondo, sabe que el amor siempre vale la pena, incluso si deja cicatrices. Porque el amor es la fuerza que nos impulsa a vivir, a soñar y a ser verdaderamente felices.

Duele, pero más dolía tenerte abriendo la cicatriz, lastimándome. pero seguiré creyendo en el amor a pesar de estar recogiendo los trozos de un corazón roto. Solo fuiste una experiencia de mi vida, fuiste ese mundo que tantas ganas quería explorar, pero fue destruido con lluvias de desencanto, desilusión, engaños y "amor eterno" que nunca decías en serio.
-

Recordaba a mi hermana con toda la fuerza del mundo, ella era mi guía, mi motor, mi fortaleza en esta incertidumbre.

—Eytan ¡¿estás preparado?!

—estoy más que listo.

Era un sueño estar en la presentación del libro de mi hermana, era un legado que ella anhelaba, y yo estaba cumpliendo su promesa, de convertirse en una gran escritora, su libro estaba en todas las librerías, su nombre fue sinónimo de esperanza, aunque su cuerpo no estaba físicamente, su alma estaba en cada una de esas letras que ella había escrito con amor.

Mis padres estaban sollozos, para poder ver como estábamos cumpliendo su promesa. Su logró despertó sentimientos, como aquel Graffiti que ya estaba desgastado por el tiempo.

—Emma estaría contenta por esto.

—y lo está.

—¿Estamos preparados para otra aventura?

—estoy más que listo.

Kler y yo al fin de cuentas terminamos aceptando la beca de infinit-Art, ya había pasado tiempo, pero aún estábamos dispuesto a estudiar lo que tanto anhelamos.

***

Sé en lo que me convirtió toda esta experiencia, no me gustó como pintaron mi vida, pero yo tuve más imaginación y la pinte a mi manera. Aún sigo aquí, no soy en lo que me convertiste. Es algo así como soñar despierto, pero tan visto en la noche. Así que por ahora solo soy yo y, quizás eso es todo lo que necesito.

De las lesiones y cicatrices aprendí, que nadie merece mi tiempo y mi atención si no es capaz de darme la suya o valorarme; desde ahí dejé de quedarme donde no había lugar para mi, de esperar cosas que no iban a llegar y de estar para personas que no lo merecían. La vida viene en varias facetas, en varios colores, en varias formas. Cada uno merecemos vivirla de lo mejor, somos un lienzo en blanco, y cada paso hacia el futuro ira dibujando ese lienzo, lleno de dudas, dolor, traición, llanto, esperanza, fortaleza, fe en si mismo, alegría, y todo lo que llevamos o guardamos. Al final somos nuestros propios artistas pintando nuestra vida con cada uno de ellos, pero siempre sonreiremos al vernos frente a un espejo, vernos sonreír, y decir: —Eres tú el mejor arte que puedes hacer.
Los colores grises también son parte de nosotros, los coloridos y esos colores que combinamos nosotros mismos, quizás descubriendo un nuevo color, una nueva aventura y experiencia.

¿El tiempo es una metáfora?

Va borrando de poco a poco la nostalgia, de cómo los años se van acortando, nos hacemos más conscientes. Y por fin, volvemos a vivir.

Esperaré por mi amor...

Después de todo me tengo a mi mismo.

¿Quiero saber, si nadie sabe mi nombre?

Eytan

EYTAN [concluida] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora