CAPÍTULO 25

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Desilusión

Yazetmith:

4 meses atrás

Llegué a casa exhausta, el sueño comenzaba a vencerme.

Mi teléfono vibró en mis bolsillos.

Revisé y era un mensaje de Eytan.
Puse el teclado para responderle, mientras avanzaba por el pasillo para entrar a mi cuarto. Lanzó el teléfono sobre la cama, mientras me quitaba toda la bisutería y el escaso maquillaje que quedaba en mi rostro. Me siento sobre la cama con la toallita húmeda desmaquilladora, y siento que el teléfono vuelva a vibrar.

Lo tomó, y veo la notificación de otro mensaje. Era un número desconocido que decía:

Número desconocido: Hola guapa, ¿me extrañas?

Quedé algo atónita, no sabía quién era, no tenía ni foto en su perfil de WhatsApp.

—¿Será Eytan? ¿Pero por qué me escribiría de otro número? ¡Que intenso!

Desbloqueé el teléfono, y salí del chat de Eytan dejando el mensaje sin enviar, para responder el mensaje del número desconocido.  pulso el chat,  dudando en responder, para este tiempo las estafas estaban tan populares que daba miedo responder a números desconocidos, pero me atreví hacerlo.

Yo: hola, ¿quién eres?

Número desconocido: Sabes perfectamente quien soy

Yo: ni que fuera adivina, y si lo fuera ya te fuera funado.

Número desconocido: ¿por que tan agresiva? ¿Eytan, tú nuevo amor te está cambiando?

Yo: no tengo tiempo, y tengo demasiado sueños para seguir la conversación con alguien fantasma, Chao.

Número desconocido: ¿fantasma? Si sabes quien soy, me invocas siempre, no te hagas la que no me conoce bizcochito.

¿Biscochito? Nadie me decía así desde hace años, ni nadie sabía que me decían así... mi ex, era él, era el hijo de la grandísima... Era Bryan, él solo me decía de esa manera.

Yo: ¿qué quieres bryan? Ya te dije que me dejes en paz, rolitronco de Mmgv.

Solo un verdadero venezolano sabría que significaba Mmgv, aunque Bryan era Español y tenía varios años viviendo aquí, ya sabía perfectamente lo que significaba, y bien merecido lo tenía.

Número desconocido: Mmgv, que convencional, aunque esa palabra no le hace competencia al gilipollas. quiero verte, estoy en el club donde siempre veníamos, ven, podemos hablar un poco, la noche aun es joven.

Yo: no caeré en discusiones bobas de diferentes formas de hablas, ni por el coño iré a ese club.

Número desconocido: ven, porfa, te necesito, no tengo a nadie con quien hablar, lo sabes, sabes que estoy solo acá. Te echó de menos.

Lancé mi teléfono a un lado, me froté la cara. ¿Cómo bryan tenía mi número? Ya había cambiado tantas veces de número, porque siempre él terminaba llamándome, texteando, y eso me estremecía, me incomodaba tanto. ¡Jason quien más le iba a dar mi número!

Tomé nuevamente mi teléfono. Quedé mirando el chat un instante, me fui hasta la parte superior y agregue el número, ¡la causa más noble y estúpida que pude hacer, agregar a mi ex en mis contactos! Su foto no tardó en aparecer en su perfil, era una foto de él, se veía sin camisa en un Gym, no dudé en hacer zoom a su pecho, aún se apreciaba ver un poco legible, todavía tenía la fecha tatuada de cuando nos hicimos novios por primera vez. 

EYTAN [concluida] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora