CAPÍTULO 11

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Intensidad de un sentimiento

Estábamos en el parque. Kler ocultando su moretón aún, ya habíamos pasado por el consultorio de papá, su impresión fue enorme, pero terminó dándole un tratamiento con unas cremas. Cubría el moretón con unos lentes que se adaptan a su estilo, disimulando un poco con sus flequillo.

Emma estaba viendo su teléfono de vez en cuando, ansiosa, alejada de nosotros, ¿será el idiota de Jason quien la tiene así?. Y mamá hablando con sus amigas chismosas, ¡si chismosa! Se reunían de vez en cuando para hablar de sus casos y clientes, eran abogados.

Me senté en una pequeña banca que daba vista a una laguna, tomó mi teléfono y revisó mis estados de WhatsApp, —Yazetmith subió un estado—me dije yo mismo, casi entre los dientes. No aguantaba, así que la vi, una sonrisa de boca cerrada se expresó en mi rostro.

"Es por ti que no tengo miedo en pensar el el futuro"

No solo el texto, la imagen, sino su comentario : 'palabras que Ginny le diría a Harry'.

Sonrió nuevamente, sonreía por el simple hecho de que, Yazetmith aún seguía con el tema de la fiesta, aún seguía con lo de Harry Potter, y me encantaba porque era mi saga favorita. El simple hecho de reírme hacia estragos en mi pecho, que recorrían mis mejillas, que  posiblemente se sonrojaban, 'Qué tonto es el sentimiento hacia una persona', yo era un tonto, no le respondí nada a la imagen de Yazetmith, busque la opción de texto en mi WhatsApp y copie: Harry necesita de su Ginny ahora.

Silencio todos mis contactos menos el de Yazetmith, suena tonto, pero, este juego de niños, estaba comenzando a quitar mis dudas de Yazetmith, ¡que tonto e inmaduro eres Eytan!, pero este juego lo empezó ella, y quiero ver su pronta repuesta. Lo envío.

Kler se acerco a mi, venía con su estilo único, quitándose los lentes, su moretón había bajado un poco de color. Pero aún así, se le veía extraño en su ojo, parecía un mapache, pero todo era por mi culpa, y por la culpa del desgraciado alcohol.

—¡acaso tu teléfono hace cosquillas! —mucito, sonriendome.

—no... Solo que... ¡Ahhh! Es cosa de tontos.

—reposa su brazo en mi hombro—si, raro, raro. ¡Cosa de tontos! Vamos a que le sonríes tanto.

—le doy risa de boca cerrada—no es nada... Ya, mejor porque no vamos por un helado.

—si claro, ¡no quiero helado!... Quiero hablar contigo Eytan.

—Si dime—sentí su tono de voz baja al decir las últimas palabras.

—es de esto que llevo conmigo esta carga... Ya sabes… las drogas—susurro.

—te dije que puedes contar conmigo siempre.

—Mi vida ha sido jodida, la más jodida de todas Eytan. Consumir drogas me relaja y me hace olvidarme de todo, aunque se que me mata por dentro. —suspira dando una pausa—no sabes todo lo que he intentado para dejarlas, me felicito porque di mi primer paso, que fue dejar de camellarla, porque si; no solo consumía, vendía droga—sus lágrimas empiezan a brotar de sus ojos—he estado con el rechazo de padre y madre, y este moretón me recuerda a ellos, me recuerda la vez en que me metí en frente de mi padre, para que dejará de golpear a mi madre, son cosas que no olvido, la golpeaba a diario, veía como llegaba con sus botellas de alcohol en las manos, fumándose su porro de marihuana. Verte discutir con Jason, me provocó que los recuerdos vinieron a mi, como hilos que me jalaban a no dejarte golpear, a no dejar que le hicieran daño a las personas que quiero—baja su mirada—pero siempre he sido una grandísima estúpida, son cosas que tengo que sacarme, ya ni mi padre está—limpia sus lágrimas con el lado inferior de sus manos.

EYTAN [concluida] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora