🚬 Usopp es nuestro 🗡️ [One Piece]

VI.

Bien, el Going Merry había sido restaurado y nada más que a su versión original, era perfecto.

El problema residía en que ninguno de todos ellos lo había hecho.

Usopp se esforzó por contar lo que había presenciado la noche anterior pero ante la duda general, no le quedó más remedio que rendirse y dejar el tema por la paz, no valía la pena discutir por eso cuando tenían tantas cosas por hacer y enemigos formidables que los perseguían. Nami estaba emocionada por todo el oro que podrían encontrar, así que envío a Luffy, Robin, Chopper y Zoro en la misión de encontrarlo mientras el resto de ellos llevaba el barco al punto más cercano de la salida y los esperaban para ya volver al mundo de bajo.

Se sintió como una visita corta y extremadamente peligrosa.

—¿Cómo era la figura qué viste?— Sanji parecía interesado. —Tengo curiosidad— mencionó.

Usopp lo miró con sospecha pero el cocinero le sonrió para tranquilizarlo y no pudo evitar ser contagiado por tan bella sonrisa, terminó describiendo como la figurita tenía una extraña apariencia infantil y un maso, además de una sonrisa tierna. Sanji frunció el ceño cuando terminó de hablar pero contrario a lo que aparentaba, estar molesto por oírlo o no creerle, simplemente estaba intrigado por la historia que le había contado.

—Bueno, antes te hubiera dicho que estabas realmente ebrio o que tus mentiras habían mejorado— dijo, riendo al final.

—¡Hey!— reclamó, ofendido.

—Ahora solo puedo decir que el Merry es prueba de lo que dijiste, ¿no?— Sanji lo miró, sonriendo.

Usopp sintió sus mejillas enrojecer, así que solo asintió e intentó desviar la atención hacia donde estaba Nami, sabía que el cocinero se olvidaría en un instante de él si la mencionaba pero no contó con que Sanji sonriera de lado y negará caer en su engaño. No se iba a ir tan fácilmente. Se acercó a él y estuvo a punto de hacerle algo a su persona pero las voces provenientes de la popa llamaron la atención de ambos, un sujeto extraño había aparecido y era obvio que no se trataba de un aliado, el rubio se movió rápidamente y arremetió contra el desconocido.

—¡Sanji!

Su grito, preocupado y temeroso, se debía únicamente a como el cocinero había terminado siendo electrocutado y había caído en un muy mal estado e inconsciente. Se plantó delante de él, sus piernas y voz temblaban más que en cualquier otra situación pero no importaba qué, tenía que intentar protegerlo a él y a Nami. El viejo y su extraña ave también estaban descartados para poder pelear, solo quedaba él o eso era lo que se decía internamente, buscando la forma de darse el valor necesario para enfrentar a alguien que había vencido a Sanji y a sus patadas en menos de un minuto.

Miró de reojo hacia el cocinero caído, su estado era terrible y estaba tan preocupado pero pronto no pudo hacer mucho, también fue alcanzado por un rayo y se desvaneció.

Ojalá hubiera podido hacer algo...