A medida que los días pasaban en la fortaleza élfica, Laura, Lanette, Darius y Elyan se encontraban en un estado de limbo. Aunque se les permitía reunirse, su libertad estaba severamente restringida. Siempre estaban acompañados por centinelas élficos silenciosos, cuyos ojos vigilantes recordaban constantemente su estatus como prisioneros. No podían explorar libremente el palacio, y mucho menos salir de él.
Sus días se desarrollaban en una rutina monótona, marcada por las comidas que les traían y las breves reuniones que tenían entre ellos. Se les había asignado un salón común donde podían congregarse, un espacio elegante pero que empezaba a sentirse como una jaula dorada.
En sus conversaciones, compartían información sobre lo que cada uno había experimentado en sus interrogatorios individuales. Intentaban reconstruir una imagen más clara de la situación política y social del reino élfico, pero la falta de información y la incertidumbre sobre sus propios destinos hacían que las discusiones fueran a menudo especulativas y teñidas de frustración.
-A veces me pregunto si venir aquí fue un error.- confesó Laura en una de esas reuniones.- Quizás deberíamos haber buscado primero el tercer vínculo.
Lanette, apoyando sus codos en la mesa, reflexionó en voz alta.
-Es difícil saberlo. Pero estamos aquí ahora, y tenemos que encontrar la manera de ganarnos la confianza de los elfos. Podrían ser aliados valiosos.
Darius, mirando por la ventana hacia las imponentes montañas, añadió:
-Estoy de acuerdo. Aunque nuestra situación no es ideal, aún hay oportunidades aquí. Debemos ser pacientes y astutos.
-Mientras estemos aquí, deberíamos intentar aprender todo lo que podamos sobre su cultura y sus habilidades. Cualquier conocimiento puede ser útil para nuestra lucha contra el nigromante.- añadió Lanette tratando de disipar las dudas de Laura y el enfado de Elyan.
Los días se sucedían con una mezcla de tedio y ansiedad. Aunque los elfos los trataban con cortesía, la falta de claridad sobre su futuro y el aislamiento forzado pesaban en sus ánimos. Sin embargo, a pesar de las dudas y la incertidumbre, el grupo mantenía la esperanza de que su estancia en el reino élfico eventualmente llevaría a una comprensión y cooperación mutuas.
En el fondo, cada uno sabía que su viaje estaba lejos de terminar y que las respuestas que buscaban podrían estar ocultas en los misterios de este antiguo y enigmático reino de los elfos. Mientras tanto, se dedicaban a fortalecer su vínculo como equipo y discutir estrategias para el futuro. Cada conversación, cada momento compartido, servía para reafirmar su compromiso con su causa y con cada uno de ellos.
Laura, en particular, pasaba largos periodos contemplando las montañas desde la ventana de su habitación, reflexionando sobre el camino que habían tomado. A veces, la princesa élfica, que había mostrado interés en su historia, se unía a ella, ofreciendo fragmentos de información sobre la historia y las costumbres de su pueblo. Estos intercambios eran breves y siempre bajo la vigilancia de los centinelas, pero ofrecían un rayo de esperanza y comprensión.
A pesar de su situación, el grupo no perdía la oportunidad de aprender y adaptarse. Practicaban discretamente sus habilidades, manteniendo su agudeza tanto física como mental. Lanette, con su conocimiento sobre los elfos, les enseñaba palabras y frases en el idioma élfico, ayudándoles a entender mejor a sus anfitriones forzados.
Con cada día que pasaba, la tensión de su incertidumbre se mezclaba con la determinación de encontrar un camino a seguir. Estaban en el corazón del reino élfico, rodeados de misterios y una historia antigua que podría ser clave en su lucha. Aunque la persona que compartía el vínculo seguía siendo un enigma, Laura y sus compañeros sabían que cada experiencia, cada lección aprendida en este lugar, los acercaba un paso más a su objetivo final.
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Aetheria. Las Hijas de los Dioses - Libro 1 [Completa]
FantasyLaura es una joven de 18 años con una vida normal pero eso cambiará para siempre este verano. Un viaje inesperado, un mundo lleno de criaturas que sólo existían en su imaginación y un pasado por descubrir, marcarán para siempre su futuro.