𝐀𝐧 𝐀𝐫𝐜𝐡𝐞𝐫'𝐬 𝐏𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐞

Capítulo 50: Archer y Celestine Parte 1

Beta leída por Shigiya y Paragon of Awesomeness

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Su recuerdo de los últimos meses era débil, y sus primeros recuerdos se centraban en una mujer que se escondía en el interior de una casa abandonada antes de huir apresuradamente.

Cientos de humanos con antorchas y horcas descendieron sobre la escena, grabando un vívido recuerdo en su mente. Capturaron a la mujer y la despojaron sin piedad de su ropa, revelando una cascada de suave cabello púrpura y cuernos retorcidos y curvos similares a los suyos.

—¡Demonio!

—¡Miserable súcubo!

—¡Mátala!

—¡Muéstrale la ira de la diosa!

Observó cómo bajaban sus armas sobre su indefensa madre, provocando que la sangre salpicara por todas partes. Ella gritó de agonía, pero sus gritos fueron enterrados bajo los vítores de los humanos. Sus ojos estaban fijos en el espantoso espectáculo mientras la desgarraban miembro por miembro con sonrisas en sus rostros. La pequeña no pudo hacer nada más que quedarse callada, esperando desesperadamente que nadie la encontrara. Temblando de frío, el miedo y la incertidumbre se apoderaron de su corazón: Radomira quería escapar de este infierno.

Pronto los días se convirtieron en meses y aprendió a esconderse de la vista humana. Buscando comida en la naturaleza que estaba llena de depredadores y demonios, robando frutas a los vendedores en pequeños pueblos cuando se desesperaba.

Sin embargo, por mucho que intentara vivir una vida tranquila, los problemas inevitablemente la buscaban a cada paso. Incluso cuando ocultaba la mayoría de sus rasgos con un trapo sucio, Radomira aún podía sentir las miradas lascivas de las personas a su alrededor si permanecía en un lugar por mucho tiempo. El inquietante deseo que parecía agitarse en el corazón de todos le provocó un escalofrío por la espalda.

Desde muy tierna edad, ya había comprendido el significado de esas miradas persistentes, en sintonía con las implicaciones que conllevaban. Estaba arraigado en su propia naturaleza descifrar tales señales y comprender los peligros que surgirían si descubrieran su identidad como Tiefling o, peor aún... pusieran sus manos sobre su cuerpo.

—¡Te tengo!

Su racha de suerte terminó abruptamente temprano en la mañana cuando no tuvo más remedio que abandonar la aldea debido a que una gran cantidad de Caballeros irrumpieron en el área en busca de un chico pelirrojo llamado Shirou. Ser atrapada por estas personas no fue diferente a una muerte instantánea. No eran del tipo que la encarcelaba y violaba como muchas jóvenes desafortunadas que conoció en el camino y que terminaron prostituyéndose. Desafortunadamente, su intento de fuga resultó inútil, ya que fue capturada ni siquiera en la mitad del camino por un dúo de cazadores que fueron avisados ​​de su existencia.

—¡Déjame ir! —ella luchó, su mente atormentada por la imagen de la mujer del pasado siendo empalada y desmembrada. La desesperación surgió dentro de Radomira, pero a pesar de su naturaleza no humana, no poseía ninguna fuerza sobrehumana ni habilidades mágicas, y nunca había despertado sus poderes. Los dos hombres demostraron ser demasiado formidables para que sus luchas marcaran la diferencia.

—¡Conseguimos una súcubo, una joven además! —gritó el hombre con júbilo, atando sus manos y piernas para que no pudiera moverse—. Basta con mirar su piel, tan tersa y suave. Será una excelente mujer en el futuro. Aunque conozco a algunos clientes a quienes no les importa comerse una manzana verde —le tocó las piernas y sus manos recorrieron su cuerpo, acariciándolo y masajeando la carne con una sonrisa pervertida.