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Hyunjin

Señor Hwang, tiene una llamada telefónica.

Resoplé y presioné el intercomunicador.

–¿Quién es?

Es Choi Beomgyu.

Arrojando mi bolígrafo sobre mi escritorio, contesté el teléfono y me recliné en mi silla.

–Beomgyu, gracias por devolverme la llamada.

Por supuesto. ¿Cómo estás, Hyunjin?

Lo suficientemente frustrado para llamar al molesto amigo de mi hermanita al que no le quería dar trabajo, pero lo hice de todos modos, solo para que dicho amigo molesto dejara de presentarse al trabajo hace dos meses y desapareciera sin aviso alguno.

–Estoy bien, ¿y tú?

Bastante bien. Aunque Daegu es realmente húmedo en comparación con Seul.

¿Allí es a donde escapaste? No me importaba, y una pequeña charla con Beomgyu no estaba en mi apretada agenda para hoy.

–La razón por la que hice que mi asistente te encontrara, es que un hombre vino a la boda de Yeji haciéndose pasar por ti.

¿Por mí? ¿De verdad? ¿Quién haría eso?

–Esperaba que lo comentaras.

Dios, no tengo ni idea. Ni siquiera creo que Yeji me invitara a su boda. Definitivamente no recibí una invitación.

–Mi hermana dijo que la envió por correo justo cuando te fuiste de la ciudad. Fue a tu antigua dirección aquí. ¿Tu correo se reenvía o alguien lo recibe por ti?

Recibo casi todo mi correo en electrónico: facturas telefónicas, tarjetas de crédito y demás. Así que no hice que redireccionaran el correo. Mi antiguo compañero de cuarto todavía vive en el apartamento, así que podría haberlo recibido.

–¿Tenías un compañero?

Sí, Yongbok.

–¿Quizás fue Yongbok?

Beomgyu se rio.

No lo creo. Definitivamente no es el tipo de colarse en las bodas.

–Cuéntame algo. ¿Cómo es tu antiguo compañero de cuarto?

No lo sé… Cabello rubio, tal vez de un metro setenta, piel pálida, bonitas facciones… lentes. Zapatos talla doscientos sesenta.

El color del cabello, bonitas facciones y la descripción de la piel coincidían, y supuse que posiblemente pudo llevar lentes de contacto. Pero, ¿quién diablos da el tamaño del zapato como parte de una descripción física?

–¿Por casualidad tu compañero tendría el hábito de olfatear cosas?

¡Sí! Yongbok es una especie de desarrollador de perfumes para Estée Lauder. O al menos lo era antes de irme. Solo fuimos compañeros de habitación durante un año más o menos, pero él siempre olía cosas, un poco extraño, si lo preguntas. También tenía el hábito de contar historias largas cuando todo lo que yo hacía era una pregunta simple y de regalar barras de chocolate a la gente. Pero, ¿cómo supiste que olfatea? Oh, Dios mío. ¿Yongbok fue a la boda haciéndose pasar por mí?

–Aparentemente pudo haber sido, sí.

Beomgyu se rio.

No pensé que fuese capaz.

Del poco tiempo que pasé con él, me di cuenta de que era capaz de elevarse a la altura de las circunstancias y sorprender a mucha gente. La mayoría habría salido corriendo por la puerta si se les incitara a tomar el micrófono. Pero Yongbok no. Él había sido un desastre tembloroso, sin embargo, se recompuso y tomó lo que le serví. No estaba seguro de lo que era más atractivo: la forma en que lucía, el no intimidarse ante un desafío, o la forma en que me llamó imbécil antes de irse.

Destino o Casualidad (HyunLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora