Destino o Casualidad (HyunLix)

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Hyunjin no estuvo en la oficina los siguientes dos días.

Yeji me dijo que la hermana de su ex esposa había dado a luz ayer por la tarde después de un parto bastante largo, así que supuse que no estaría por eso. Hoy me comuniqué con su asistente porque quería revisar con él los términos de un pedido, pero ella había dicho que estaría fuera todo el día en una empresa en la que habían invertido.

Por mucho que odiara admitirlo, lo extrañaba cuando no estaba en la oficina. Tenía muchas ganas de verlo y no era solo porque fuera inteligente y una buena caja de resonancia para mi negocio. Así que probablemente era mejor que tuviéramos una pequeña separación. Necesitaba controlar mis crecientes sentimientos por él. Nuestra relación no había cambiado, éramos socios comerciales. Aunque tenía que trabajar más y más duro para recordar por qué eso era todo lo que podríamos ser.

–Oye, buenas noticias. –Yeji entró en mi oficina–. Pude conseguir que Kim Seungmin tomara las fotos que necesitamos para la última pieza de marketing.

–¡Oh, eso es asombroso! –Sonreí, pero luego no pude evitarlo y me reí–. Lo siento. No tengo idea de quién es Kim Seungmin.

Yeji sonrió.

–Es un fotógrafo famoso. Hizo esa foto de Jung Hoyeon, que estaba espectacular, en la portada de Vogue.

–Oh. vaya. Esa fue una hermosa foto.

–Él te hará lucir aún mejor.

–¿A mí? –Mi nariz se arrugó.

–Síp. Después de verte arrasando en el canal de compras, hice algunos ajustes a los anuncios propuestos. –Abrió una carpeta y puso algunos bocetos en mi escritorio–. Le pedí a Yeonjun que hiciera una maqueta, pero no creo que debamos usar una modelo.

Recogí los papeles. Era un dibujo aproximado, pero el hombre del anuncio se parecía mucho a la persona que había visto en el espejo está mañana.

–¿Me quieres en los anuncios?

Asintió.

–Eres el rostro de Signature Scent. La gente responde a ti.

–Pero me incomodan las fotos. Nunca he hecho un rodaje profesional ni nada por el estilo.

Yeji se encogió de hombros.

–Nunca habías estado en la televisión y mira lo bien que ha ido.

–No lo sé…

–Esta campaña trata sobre belleza y ciencia, y ¿quién mejor para vender eso que tú?

Seguí mirando los anuncios. El hombre dibujado para ser yo tenía gafas gruesas y el cabello bien peinado. Estaba sentado frente a una mesa de laboratorio con todo tipo de vasos y equipos científicos esparcidos. Sin embargo, su pierna sobresalía de detrás de la mesa y llevaba un zapato de suela roja. Definitivamente era un anuncio por el que me haría una pausa y miraría, pero, de nuevo, soy un fanático de la ciencia.

–Qué tal esto... –dijo Yeji– Filmaremos lo que habíamos planeado originalmente y esto. Puedes tener la última palabra –señaló el anuncio simulado–. Pero te digo que esto podría ser algo asombroso.

No podía decir que no después de que ella me ofreció eso. Yeji había sido maravillosa y sabía que debía creer en su idea o no la estaría presionando. Ella no tenía más que las mejores intenciones para hacer de Signature Scent todo un éxito.

Así que respiré hondo y asentí.

–Bueno. Lo intentaré.

Yeji aplaudió.