prologo

1.2K 56 1
                                    

El sonido estridente de las sirenas retumbaba en la fría noche, cortando la tranquila atmósfera del vecindario con su lamento insistente. Las luces intermitentes de las patrullas y ambulancias destellaban en el oscuro firmamento, proyectando sombras fantasmales sobre la escena del accidente.

En el pavimento, una figura yacía inerte, rodeada por un halo de actividad frenética. Los paramédicos se movían con una urgencia palpable, sus gestos marcados por la determinación mientras trabajaban incansablemente para estabilizar a la persona herida. El resplandor intermitente de las luces de emergencia bañaba el asfalto en un tono siniestro, creando un paisaje surrealista de caos y esperanza.

En algún rincón oscuro de una oficina, un hombre se aferraba al teléfono con desesperación, su corazón martillando en su pecho con cada palabra sombría que llegaba a través del auricular. Las noticias sobre el estado crítico de su esposa lo golpeaban como un puñetazo en el estómago, haciendo que su mundo se desmoronara ante sus ojos.

Un escalofrío gélido recorrió su espalda cuando las palabras de los médicos resonaron en su mente como un eco ominoso: "Su cerebro está dañado... morirá lentamente hasta dejar de funcionar". La angustia y la desesperación se apoderaron de él, pero en medio de la oscuridad, una chispa de determinación brillaba en sus ojos. Sabía que debía actuar, que debía tomar una decisión que cambiaría el curso del destino

Mi Obsesivo VillanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora