Mi Obsesivo Villano

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Las horas de clase parecían eternas para Sky. Recostada sobre el pupitre, contemplaba la obra maestra que era la figura del villano. No podía evitar que sus ojos se giraran hacia él para contemplar su belleza. Nunca pensó que esa palabra quedaría bien con un hombre, pero él era demasiado bello.

Sabía que iba a ser muy guapo cuando fuera grande, pero pensarlo y verlo era diferente. Su cabello corto y de tono negro bailaba con el viento que entraba por la ventana, iluminando también su perfil cincelado y casi perfecto. Sus ojos color dorado parecían oro derretido, tan profundos y misteriosos.

Su corazón no pudo evitar palpitar con cada hora que pasaba, hasta que sonó la campana y el chico a su lado se levantó, lo cual la confundió. Sky se levantó aturdida al igual que él, viendo cómo tomaba sus cosas y salía del aula. No pudo evitar seguirlo, la diferencia es que ella no tenía ninguna pertenencia aquí.

Siguió al villano hasta que este giró en la esquina. Al correr para alcanzarlo, no pudo detenerse a tiempo y chocó con su espalda. Él se giró para mirarla.

- ¿Qué crees que estás haciendo? ¿Acaso eres una acosadora? - Dark no pudo evitar soltar esas palabras, pero en cierto sentido, tenía razón.

Sky se sintió ofendida, pero también desafiante.

- Y ¿qué si lo soy? - dijo con valentía, sacando pecho y estirando su cuello.

Esto hizo que Dark se riera. Ella era muy tierna, no había cambiado nada en más de seis años desde que la había visto, y era hermosa. Su belleza no había dejado de aumentar con el paso del tiempo. No pudo evitar que su corazón martilleara en su pecho al estar tan cerca de ella. Ni siquiera pudo concentrarse en clase al sentir cómo ella no dejaba de verlo.

Suspiró antes de mirarla, quería jugar un poco.

- Puedo llamar a la policía y denunciarte - los ojos jade de Sky se abrieron sorprendidos, al parecer no esperaba este cambio.

- Tú... - no sabía qué decir - Yo no soy una acosadora. Solo... ¡Yo solo tomé este camino porque sí! - dijo a la defensiva.

Él se rió sin poder soportarlo más.

- Está bien, si es así, puedes seguir adelante - Sky palideció.

- Está bien, iré adelante. Buenas noches, compañero - dijo antes de caminar sin rumbo fijo, pero se detenía de vez en cuando, mirando de reojo cómo el villano giraba y tomaba otra ruta para seguirlo.

Siguió así hasta que vio cómo él entraba a una tienda. Miró el letrero, viendo cómo atendían las veinticuatro horas al día, y decidió entrar.

Sus ojos no pudieron evitar ver al villano con el uniforme y trabajando en este supermercado.

Él trabajaba. ¿Qué había ocurrido estos últimos años? Si cuando era pequeño era cerrado, ahora se veía aún más imperturbable, como si nada le importara.

Sky se preguntaba cómo este hombre destruiría el mundo. No, si no se equivocaba, era en esta época donde todo cambiaba. Si no podía cambiar al villano ahora, ya nunca más podría.

Apretó sus labios antes de acercarse a él.

El chico levantó la cabeza para mirarla mientras seguía registrando los productos de su cliente.

- Si respondes mis preguntas, te dejaré en paz - dijo ella caminando a su lado, observando cómo terminaba de empacar todo y entregaba la bolsa a la señora.

- Bien, ¿qué quieres preguntar? - dijo él con curiosidad.

- Si mañana se termina el mundo, ¿salvarías a la persona que acabaste de atender? - preguntó ella.

El frunció el ceño ante su pregunta antes de mirarla a los ojos. Sus miradas chocaron, creando un ambiente ambiguo entre los dos.

- No, no la conozco y no me importa su vida - ella quedó sorprendida por la respuesta, digna de un villano.

- Bien, entonces ¿qué tal un compañero de tu escuela, alguien que conozcas y hables, un amigo? - preguntó ella.

Él levantó una de sus cejas antes de inclinarse un poco hacia ella.

- Tampoco. En primer lugar, no tengo amigos. Las personas te pueden traicionar en cualquier momento, así que no, no los salvaría - ella se sintió incómoda por la proximidad.

- ¿Hay alguien que quieras salvar si el apocalipsis ocurre? - era su última pregunta, quería saber si Eli había infundado algo de amor por las personas.

- Sí, la hay - sus ojos color dorado brillaron mientras la miraba intensamente, haciéndola sentir incómoda.

Retrocedió un poco.

- Si esa persona te dijera que salvaras a todos, ¿lo harías? - estaba tentando demasiado la suerte.

- Si ella me lo pide, lo haré - dijo alejándose al notar cómo un cliente se acercaba.

Sky quedó asombrada por sus palabras. ¡Lo haría! Él dijo que lo haría. Eli logró su cometido. Ella era como la madre del villano y logró obtener tanto cariño de él que si ella le dijera que salvara a la humanidad, él lo haría. Quería llorar, pero había algo extraño en la manera en que la miraba. Decidió sacudir su cabeza y olvidarlo por ahora.

- ¿Dónde vives? - preguntó el villano al terminar el turno.

- Yo... bueno, no es que no tenga dónde vivir - dijo ella incómoda. Se había quedado hasta la medianoche en el supermercado sin comprar nada - solo es que me peleé con mis padres - dijo emocionada al encontrar una excusa.

- ¿Te peleaste con tus padres y por eso no regresas a tu casa? - preguntó él con algo de duda.

- Sí, así es. No quiero regresar a casa. ¿Podrías, por favor, quedarme contigo? - dijo haciendo ojitos de cachorro.

Dark retrocedió sorprendido. Sus mejillas se calentaron al ver lo linda que se veía. Sus ojos llorosos y grandes de color jade brillaban con un toque seductor que hacían que cualquier hombre se quedara embelesado ante su belleza.

Ella acaso no sabía qué efecto tenía en los hombres. Recordaba muy bien esa expresión, pero ahora ya no era tan inocente como en ese entonces. Carraspeó tratando de calmar su corazón y cuerpo.

- Si es lo que quieres, ven conmigo - dijo, guiándola.

Sky sonrió al lograr su cometido mientras seguía al villano, pero esta expresión no duró mucho. Su rostro palideció al ver el apartamento, y más aún al ver una sola cama.

¡¿Qué sucedió aquí?!