Cuando despertó, la luz del sol se filtraba por la ventana, iluminando débilmente la habitación y llenando el espacio con una calidez reconfortante. Sky se estiró, sintiéndose más descansada de lo que había estado en mucho tiempo, pero la tranquilidad pronto se vio interrumpida por la presencia de Dark a su lado, aún dormido plácidamente. A pesar de la serenidad que parecía proyectar en su rostro, ella sabía que su interior albergaba tormentas.
Observó al adolescente con curiosidad antes de intentar alejar su mano de la de él, que la había sujetado toda la noche. Al hacerlo, los ojos dorados de Dark se abrieron de golpe, sorprendidos por el cambio en la situación.
Suspiró mientras intentaba alejar su mano de la de dark, que la había sujetado toda la noche. Al hacerlo, sus ojos dorados se abrieron y la miraron con sorpresa.
- Yo... - comenzó a decir él, antes de detenerse, sintiendo un nudo en la garganta al recordar lo que había sucedido en su sueño. Nunca antes había dormido tan profundamente, al menos no desde hacía tres años. Observó a la niña a su lado con sorpresa y temor ante la reacción que pudiera tener ella y por su propio comportamiento extraño. Las sombras de su pasado aún lo atormentaban, pero ahora estaba determinado a proteger a Sky, aunque eso significara enfrentarse a sus propios miedos.
Sky notó la tensión en el ambiente mientras Dark se levantaba de la cama de un salto, rompiendo el silencio con su declaración de que debían salir. En ese momento, la puerta se abrió, revelando a una mujer con delantal rosa que entraba en la habitación y se detenía al ver a Sky.
La mujer tenía una mirada cálida que contrastaba con su autoridad implícita. Su piel blanca resaltaba bajo la luz del sol y sus ojos castaños reflejaban calidez. El aura acogedora que emanaba se completaba con su cabello del mismo color.
- ¿Quién eres? ¿Eres nueva aquí? - preguntó la mujer mientras tocaba la cabeza de Sky. - Dark, por fin tienes una amiga. Me alegra mucho - añadió, mientras el chico resoplaba molesto.
- Hola, hermana mayor - dijo Sky, tratando de comportarse adecuadamente, aunque se sentía incómoda al usar ese término con una mujer que posiblemente tenía solo dieciocho años.
La mujer rió y acarició las mejillas de Sky con ternura.
- Qué linda. Dark, debes cuidarla - dijo con seriedad, dirigiéndose al adolescente.
- Lo haré, Eli. No tienes que decírmelo - gruñó él.
Sky observaba la interacción con asombro. Parecía haber una faceta de Dark que sí sabía cuidar bien a los demás. Entonces, ¿por qué se había vuelto tan sombrío?
Dark tomó la mano de Sky, tomando por sorpresa a la joven.
- Ambos harán el aseo juntos. Listo - anunció la mujer con una sonrisa para Sky.
Dark guió a Sky hacia el comedor y tomó escobas antes de comenzar a limpiar junto a ella. Sky notó cómo cada niño tenía una tarea asignada, desde limpiar hasta lavar los platos.
Sin embargo, algo llamó su atención. La misma mujer de ayer estaba arrastrando a un niño contra su voluntad. El niño parecía asustado y vulnerable, y un escalofrío recorrió el cuerpo de Sky al pensar en lo peor.
Dejó la escoba y los siguió, pero antes de avanzar, una mano la detuvo. Se giró rápidamente y se encontró con unos ojos cálidos y amables, de color castaño.
- Eli... - murmuró, sorprendida.
Ella la miró con una expresión mezcla de complicidad y regaño.
- Pequeña, eres muy traviesa - dijo con una sonrisa.
El corazón de Sky comenzó a latir con fuerza. ¿Acaso ella también era parte de todo esto?
- Acompáñame - dijo, alejándola de aquel lugar y guiándola hacia una habitación desolada. Se sentó y le hizo señas para que se sentara también. - Eres muy inteligente, a pesar de tu edad - agregó.
Reunió toda su valentía y decidió abordar el tema directamente.
- ¿Eres parte de todo esto? - preguntó con firmeza.
Ella frunció el ceño, visiblemente exasperada.
- ¿Qué? No, claro que no. Estoy tratando de encontrar pruebas para denunciar este orfanato por tráfico de niños - respondió con rapidez. - Pero los nombres de los niños que llegan están en la oficina de la directora, y siempre está con llave. Si logro obtener esa lista, podríamos denunciarlos por los niños desaparecidos.
Quedó sorprendida por su plan. Si conseguían los registros de los niños que entraban al orfanato y descubrían que muchos de ellos no eran adoptados sino desaparecidos, podrían acusar a la directora y a la mujer malvada.
- Yo puedo ayudarte - dijo, emocionada por la perspectiva de hacer algo importante.
Ella la miró con cierta tristeza antes de negar con la cabeza.
- No eres solo una niña. No puedo involucrarte en esto - dijo, acariciando su cabeza.
- Pero si no lo hago, ¿cómo piensas obtener los papeles? - repliqué, mirándola con determinación.
- He dicho que no, Sky. Debes ser obediente. Yo arreglaré todo - respondió, poniéndose de pie y saliendo de la habitación.
Apretó los labios, molesta por su negativa. Sin embargo, comprendió algo importante. Parecía que esa mujer había luchado sola, pero al final fue descubierta. Si pensaba en lo peor, podría haber muerto, dejando a Dark solo en este mundo.
Si podía salvarla, el villano ya no destruiría el mundo.
Sonrió, decidida al tomar una decisión.
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Mi Obsesivo Villano
RomansaEsta es una historia emocionante que sigue los pasos de la protagonista, Sky, una valiente científica que se sumerge en un mundo virtual para detener al villano, Dark, y salvarlo de sí mismo. Desde que Sky entra por primera vez en el mundo virtual c...