Sky se sintió avergonzada cuando Robert los descubrió en ese momento tan íntimo. Aunque trató de mantener la compostura mientras seguían hacia la oficina de Dark, aún podía sentir el rubor en sus mejillas.
Al llegar a la oficina, la escena no mejoró para ella. Observó con creciente incomodidad cómo Dark interactuaba con una de sus asistentes. Cada gesto amable y cada sonrisa compartida entre ellos hacía que una punzada de celos retorciera el corazón de Sky.
Por más que intentara ignorar esos sentimientos, no podía evitar sentirse insegura y vulnerable. ¿Qué significaban esas interacciones para Dark? ¿Era solo cortesía profesional o había algo más detrás de esas sonrisas?
Apretó los puños con fuerza, tratando de controlar sus emociones mientras observaba la escena frente a ella. La sensación de malestar crecía con cada segundo que pasaba, y Sky se esforzaba por ocultar su incomodidad detrás de una máscara de indiferencia.
sky absorta en sus pensamientos se sorprendio al ver que dark se acercaba a ella, tomo entre su mano uno de sus mechones de cabello mientras la miraba fijamente con sus ojos dorados que sentelleaban con cariño al verla
- Esperame aquí no tradare mucho- dijo el antes de alejarse
Sky observó con resignación cómo Dark se retiraba de la oficina junto con sus dos asistentes, dejándola sola en ese inmenso espacio. Aunque se esforzó por no mostrar su decepción, una pequeña parte de ella se sintió abandonada. Sin embargo, sabía que este era el trabajo de Dark y no quería interferir.
Mientras se quedaba sola en la oficina, una sensación de inquietud comenzó a crecer dentro de ella. Miró por el inmenso cristal que cubría toda una pared, revelando una vista impresionante de la ciudad extendiéndose más allá. Las luces parpadeantes de los edificios y el tráfico de la calle parecían ajenos a sus preocupaciones internas.
¿Estaba realmente en el mundo virtual o había transmigrado a otro lugar? La idea de que su situación pudiera ser aún más complicada de lo que pensaba la llenaba de dudas sobre su propia existencia en este lugar. ¿Era real todo lo que estaba viviendo o solo una ilusión creada por la tecnología?
Sus pensamientos se desviaron hacia Dark. A medida que más tiempo pasaba a su lado, sus sentimientos hacia él se volvían cada vez más confusos. Había algo en su mirada, en la forma en que la trataba, que despertaba emociones contradictorias en Sky. ¿Era solo un juego para él o había algo más profundo detrás de su actitud protectora y cariñosa?
Sky suspiró, sintiéndose abrumada por la incertidumbre que la rodeaba. A pesar de todo, sabía que debía mantener la calma y enfrentar lo que sea que le deparara el futuro en este extraño mundo virtual o real.
La mente de Sky estaba absorta en sus pensamientos cuando un ruido extraño resonó fuera del cuarto. Su piel se erizó de inmediato y una creciente curiosidad surgió en ella, pero se detuvo por un momento, indecisa.
A pesar de la duda, decidió avanzar hacia la puerta. Al abrirla, se encontró con el largo pasillo desolado, donde las luces antes vibrantes ahora parpadeaban débilmente. Un escalofrío recorrió su espalda y mordió su labio inferior, sintiendo el miedo palpable en el aire.
Sky quiso cerrar la puerta y esperar a Dark, pero un grito agudo rompió el silencio, haciendo que su corazón latiera con fuerza en su pecho. Sus pasos, sin conciencia propia, comenzaron a avanzar por el pasillo, adentrándola aún más en la oscuridad desconcertante.
Las imágenes se entrelazaron con la realidad: niños corriendo, gritando, algunos llorando y otros riendo. Sky no sabía qué escenario mirar, eran tan chocantes unos de otros. Agitó la cabeza, sintiendo un dolor agudo que parecía traspasarla, y siguió avanzando hasta llegar a una edificación. El letrero viejo y descolorido la recibió, junto con la puerta abierta por la cual entró.
- ¿Qué crees que haces? - La voz de una mujer resonó en los pasillos, sacándola de su ensimismamiento.
La pequeña joven miró con miedo el rostro malhumorado de su cuidadora, una mujer de unos cuarenta años. Tartamudeó mientras escondía detrás de su falda sucia y desgastada el pequeño pan que no se había comido.
La mujer avanzó más cerca de ella y tomó entre sus manos el pequeño brazo de la niña, alzándolo bruscamente y dejando al descubierto el pan entre sus manos pequeñas. Gruñó molesta antes de soltarla.
- Está prohibido que lleves comida a los dormitorios - gritó la mujer enojada.
- Lo siento... solo quería llevarle esto a mi amigo... él está enfermo y no puede salir del cuarto - respondió la niña mientras escondía el pan nuevamente entre sus manos.
- Si él no se levanta y va al comedor, no recibirá su parte. Así que dame ese pan, mocosa, no puedes desobedecer una orden - gruñó la mujer molesta.
La niña miró impotente a la mujer, no quería entregarle el pan con el que alimentaría a su amigo, pero tampoco quería ser castigada. Apretó con fuerza el pan y dio dos pasos atrás, alejándose de la mujer. Marta quiso agarrarla del cabello, pero fue detenida por una voz.
- ¿Qué estás haciendo, Marta? - La voz dulce de una mujer resonó.
La niña se giró para ver a una joven mujer con una mirada dulce, y no dudó en correr hacia ella, escondiéndose.
- Eli, sabes que es prohibido que esos mocosos lleven comida al cuarto - dijo la mujer gruñona llamada Marta.
- Lo sé - respondió Eli mientras acariciaba la cabeza de la joven niña de solo once años -, pero su amiguito debe comer, sino morirá. ¿Y quién se hará responsable de eso? ¡Tú! - dijo mirando a la mujer frente a ella.
Marta retrocedió asustada antes de negarse.
- No - dijo antes de mirar a la niña -, ve y dale ese pequeño pan, pero es lo único que tendrá si no se levanta y viene al comedor - gruñó antes de irse.
La joven mujer de mirada dulce se giró observando a la joven adolescente.
- Escuchaste, ***. Puedes ir a darle de comer a tu amigo - respondió antes de alejarse.
La joven niña sonrió antes de correr por los pasillos y llegar a su cuarto. Saltó a la cama, que chirrió, y se acercó al joven que se quejaba en la cama, ayudándolo con cuidado a sentarse.
- Abre la boca, tienes que comer algo - dijo, sosteniendo el pan cerca de sus labios.
El joven de cabello oscuro giró su rostro y entreabrió sus ojos dorados. Su semblante enfermizo hacía que pareciera delicado, con la frente cubierta de sudor y la respiración agitada. Los ojos dorados miraron a la niña a su lado y cómo esta extendía su pequeña mano sosteniendo el pan cerca de sus labios.
- ***, ¿qué hiciste? ¿Acaso te golpearon por traerme esto? - preguntó el niño preocupado.
- No, Eli, me cuidó. No estoy lastimada, así que come – insistió.
El joven abrió sus agrietados labios antes de morder un poco y pasarlo con dificultad. La niña, al ver esto, tomó un pequeño vaso de agua y lo acercó para que él tomara.
Después de que el joven tomara un sorbo de agua, la joven observó cómo su semblante se relajaba un poco. Con una sonrisa reconfortante, lo ayudó a recostarse nuevamente en la cama. Con cuidado, trajo otro paño cubierto con agua fresca y lo colocó suavemente en la frente del niño, cuyos ojos dorados brillaban con cariño al mirarla.
Era un momento íntimo y tranquilo, donde la complicidad entre ambos era palpable. A pesar de la gravedad de la situación, había un brillo de esperanza en los ojos del joven al sentir el cuidado y la atención de la niña. Su mirada era un reflejo de la conexión especial que compartían, una conexión que trascendía las palabras y se expresaba a través de gestos simples pero significativos.
En ese instante, la joven se sintió reconfortada por la ternura en la mirada del joven, como si sus ojos dorados fueran una luz que iluminaba su corazón. Aunque enfrentaban desafíos y dificultades, en ese momento, solo existía la calidez mutua y la promesa de cuidarse el uno al otro en medio de la oscuridad.
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Mi Obsesivo Villano
Roman d'amourEsta es una historia emocionante que sigue los pasos de la protagonista, Sky, una valiente científica que se sumerge en un mundo virtual para detener al villano, Dark, y salvarlo de sí mismo. Desde que Sky entra por primera vez en el mundo virtual c...