Mi Obsesivo Villano

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La joven despertó lentamente, sus ojos color jade brillaban con la luz azul de la cápsula. Se incorporó de golpe al recordar cómo su cuerpo había empezado a desaparecer lentamente mientras estaba con el niño. Al principio sintió temor, pero luego recordó su misión. No haber encontrado al villano significaba que el mundo virtual estaba en peligro de ser destruido por él.

-Maldición - exclamó frustrada mientras se quitaba la tapa de la cápsula y se ponía de pie.

Al salir, vio a sus dos colegas, quienes la miraban con ojos brillantes.

-¿Qué sucede? - preguntó confundida, mirándolos con desconfianza.

-Señora, usted es una genio - dijo la joven mujer, lanzándose a sus brazos.

Por un momento, Sky se quedó paralizada, confundida frunció el ceño antes de mirar a la mujer en sus brazos.

-¿A qué te refieres? No cumplí la misión, tenemos que regresar - dijo, acomodando su cabello y lista para volver.

-Pero señora, los datos del villano fluctuaron. No es mucho, pero hubo un cambio - explicó el hombre de gafas.

Los ojos de Sky se abrieron de par en par antes de correr a revisar los datos en su computadora. Recordó al niño que había conocido, con sus ojos color oro brillando en la noche. Se veía tan delgado y tan triste. ¡Ese era el villano!

No lo había sabido, ya que al no tener el dispositivo para encontrarlo, había pensado que era otro NPC con una vida dura.

Habían creado diversas inteligencias artificiales, pero cada una de ellas había escogido un rol que desempeñar. No tenían control sobre sus vidas ni sobre cómo decidían vivirlas.

Un extraño sentimiento palpitó en su pecho. Se sintió confundida, no solo por la pequeña fluctuación en el cambio del villano, sino también porque no había hecho nada. Solo había escapado con él y se habían refugiado en un cuarto. Solo eso podría haberlo cambiado.

Se sintió extraña y triste al recordar al pequeño niño. Si hubiera hecho más por él, tal vez su futuro no habría sido tan triste y doloroso, y tal vez este mundo virtual no colapsaría por su odio.

-Señora, ¿volverá a inmergir? - preguntó el hombre de gafas.

-Sí, si esto no es suficiente para evitar la destrucción - respondió antes de dirigirse a la cápsula.

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Sus ojos se abrieron contemplando su nuevo entorno, y el asombro brilló en ellos al observar a su alrededor. Varios niños corrían de un lado a otro sin percatarse de su presencia. Se sintió incómoda y decidió apartarse hacia un lugar más tranquilo, pero antes de llegar, chocó con alguien.

- Oye, ten cuidado - se quejó ella, sobándose la nariz mientras miraba al culpable.

Se quedó estupefacta al ver al chico de ojos dorados y cabello negro. Su belleza era deslumbrante; era sorprendente cómo este adolescente podía irradiar tanto encanto a tan corta edad. "El villano", pensó ella al notar lo parecidos que eran sus rasgos al niño que había conocido antes. Sin embargo, ahora este debía tener alrededor de once años.

Parpadeó algo confundida antes de mirar sus manos; este cuerpo era más grande que el anterior, pero aún así, el adolescente frente a ella era solo un poco más alto.

- Tú eres la que debería tener cuidado por dónde anda - dijo él con el ceño fruncido, evidenciando su irritación.

Ella abrió los ojos mirándolo con sorpresa. Ese niño que antes era dulce ahora parecía un gato con su cabello erizado y listo para pelear en cualquier momento. ¿Qué había pasado en estos tres años que no se habían visto?