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—Víctor Diorus, miembro de los Caballeros Imperiales del gran Imperio Descarde, saluda a Su Alteza Imperial.

¿Qué? ¿No me reconoció?

Escuché que Víctor me estaba esperando, así que salí en medio del rodaje.

Ha pasado medio año desde que nos conocimos, pero ¿cómo no reconocer el rostro de tu hermana?

Por supuesto, crecí y perdí mucho peso durante ese tiempo, y debido a la filmación, llevaba una peluca y una máscara...

'Bueno, ¿debería decírselo?'

No quise hacer trampa, pero fue una situación divertida.

—Este sirviente infiel se disculpa por la falta de cortesía hacia Su Alteza Imperial. Por favor, déjeme saber su nombre, lo repetiré.

—Ah.

De acuerdo con la etiqueta de los caballeros que había elegido, el saludo anterior de Víctor necesitaba ser corregido.

Los caballeros que trabajan en la familia imperial deben conocer los nombres y rangos de sucesión de cada miembro de la familia imperial. En lugar de decir: "Veo a Su Alteza", la regla es decir: "Veo a Su Alteza, la -ésima princesa".

'Es divertido. ¿Debería burlarme de él un poco más?'

Contuve la risa y le di una palmada en el hombro a Víctor como para animarlo.

—No tiene que ser demasiado rígido, Sir Víctor.

Víctor se estremeció.

—¿Has venido a ver a tu hermana?

—Ah, sí. Así es.

—Tu hermana es muy linda, ¿verdad?

—¿Sí? Ah... sí, sí.

Apreté mis labios con fuerza para soportar mi risa y temblé.

—Esto, mm... Levántate.

—No, Su Alteza. Si me deja saber su nombre, saludaré con los modales adecuados.

—Bien, entonces. Nada que podamos hacer. Mi nombre es Rubetria Diorus, la tercera de la familia.

—Sí, Víctor Diorus, miembro de los Caballeros Imperiales del gran Imperio Descarde, saluda a la Tercera Princesa Rubetri-

—...

—¿...?

—¡Jajajajaja!

Finalmente dejé escapar la risa que había reprimido hacia Víctor, quien dudó y dejó de hablar. Mientras me agarraba el estómago y me reía, Víctor me miró con los ojos muy abiertos.

Se puso de pie de un salto.

—¿Qué?

—Jajajajaja... Es muy divertido. ¿Por qué eres tan tonto? ¿Cómo es posible que ni siquiera reconozcas a tu hermana?

—¿Q-qué-qué?

Mientras me quitaba la máscara que cubría el lado izquierdo de mi cara, Víctor parpadeó. Pronto, su boca se abrió en estado de shock.

—¿Rubetteeee?

***

—¡Deja de burlarte de mi!

—No quise burlarme de ti al principio.

—¡Es gracioso! ¡Viendo que incluso tenías una peluca y una máscara!

Después de quitarme la peluca y ponerme ropa más cómoda, caminé por el sendero de montaña que rodea la villa con Víctor.

RubetriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora