Lark cortó apresuradamente la grabación y preguntó:
—¿Qué está pasando?
La confusión era evidente en su rostro.
—Se grabó bien, ¿verdad?
Por otro lado, Rubette, que asomó la barbilla hacia la piedra del proyector, estaba tranquila.
Lark, quien arrebató el frasco de medicina, lo revisó.
—¿Qué es esto?
—Es un medicamento para bajar de peso. Lo recibí como regalo de la princesa Lisbeth.
—¿Qué?
—Por casualidad, ¿encontraste una buena manera? Escuché que la princesa no podría evitar su destronamiento.
—...
Lark, que había calmado su emoción, cerró lentamente los ojos y los abrió.
—No estoy seguro de si el verdadero culpable existe. Es casi imposible atrapar al chamán la próxima semana cuando tengamos nuestro último debate en el Congreso.
—Entonces, la abdicación de la princesa sería segura. ¿Se puede quitar?
—Tendré que detenerlo de alguna manera. Hasta ahora, el confinamiento es mayoría en el parlamento.
—¿A qué te refieres con encierro? La princesa es inocente.
—Maldita sea, lo sé.
Lark, a quien le había costado mantener la compostura, se derrumbó. Sosteniendo su cabeza con manos temblorosas, respiró dolorosamente fuerte.
—No hay nada que pueda hacer sobre la declaración. Sin embargo, después de que atrapemos al verdadero culpable, es posible que podamos restituirla.
—¿Cuánto tiempo lleva atrapar al verdadero culpable? ¿Un mes? ¿Dos meses? ¿O un año? ¿Diez años?
—...
—Lamento decir esto, pero incluso en el futuro vi, el paradero del chamán siempre fue desconocido. Si esta vez se decide el destronamiento de la princesa, hay que decir que no hay forma de que vuelva a ser restituida. Siempre tenemos que asumir lo peor.
Ni una palabra estaba mal. Lark, con los ojos cerrados, tomó aire.
Rubette, que miraba con tristeza a Lark, arrastró un papel y un bolígrafo vacíos que estaban en su escritorio.
—No hay forma de que la princesa escape a su responsabilidad. Entonces, de ahora en adelante, debemos buscar una forma de reducir su sentencia para que se pueda evitar el destronamiento de la princesa.
—... ¿Qué?
—¿Puedo usar esto?
Cuando Lark asintió, Rubette escribió algo en el papel en blanco sin dudarlo.
'Un testigo para demostrar que el chamán existe.'
—El reclamo de la princesa Lisbeth se desestima porque no se puede encontrar al chamán a pesar de su afirmación de que obtuvo el veneno del chamán. Podrían haber subido al cielo o pasar a la clandestinidad, por lo que sabemos. No está claro si existen.
—...
—Entonces necesitamos hacer un testigo falso que vio al chamán.
Los ojos de Lark se entrecerraron.
Esa es la idea. No es que no lo haya probado, pero...
—Sería incluso mejor si fuera alguien que hubiera obtenido la medicina del propio chamán.
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Rubetria
RomanceDama celebridad ---------✧--------- Publicada: 26/03/23 Finalizada: ------------------- Esta historia no es mía, solo la traduzco.