Si Supieras... || Matías Recalt

Violencia gratuita

Ivette Jimenez

-Anda, vete ya a grabar -mencioné-

-Adiós, nena -dijo él-

-Adiós, quillo -dije yo-

Este se rió por la palabra "Quillo". Tras un rato donde los actores terminaron ya varias escenas, el director dejó descanso para comer y retocarse. Mientras Ivette se levantaba con algo de impulso, Agustín vino por detrás y le colocó el gorro que llevaba en la escena anteriores, se lo puso tan abajo que le quitó la vista.

-¡Ey- -expresé yo-

-Anda, quitale eso -dijo una voz mientras me levantaba el gorro a la altura de mis cejas-

Al ver quién era me frusté.

-Anda, vamos a comer -dijo él cogiendo mi mano para guiarme-

Yo la solté de un tirón y me fui de mal humor hasta abajo de la montaña donde esperaban los teleféricos. Este se quedó impactado por mi Movimiento.

-¿Qué hiciste ahora, Matías? -dijo burlón Agustín-

No pudiste escuchar la conversación ya que no me había ido demasiado lejos para escuchar la conversión. Me subí al teleférico y estuve varios minutos viendo el paisaje desde arriba hasta que mi querido Matías me interrumpió.

-¿Me perdonas? -dijo Matías-

-¿De qué te tengo que perdonar exactamente, Matías? -pregunté yo-

-Por lo del cuarto que pasó ayer -dijo él-

-No sé-dije seca-

-Solo fue un error -dijo disgustandose-

-Lo sé, pero te podrias haber ido, ¿no? -dije yo-

-Es que... -pronunció él-

Bajé con varias personas más en el telesferico y de pronto una mano tocó tu hombro sin dejarte irte.

-Yo te conozco de algo -dijo aquella voz-

Me giré y era el bromista de Juan. Eché un suspiro al verle, un suspiro no de decepción, sino calmado por encontrar a alguien de tu mismo sitio. Cuando miré hacia un lado vi a Mati mirandonos algo enfadado y disgustado.

-Anda, vamos a comer -dijo llevandote a la zona-

Juan me sacó de mis pensamientos, asentí y lo seguí. Llegamos allí y como siempre, cada uno pidió lo suyo.

-Bua, ¿otra vez tengo que retocar tu maquillaje? -pregunté-

-Al parecer, sí, ya que después de comer dijeron que nos darían unos minutos para arreglarnos de nuevo -dijo comiendo-

-Pero esta vez os maquillaré en el estudio ya que arriba hace un poco de frío, ¿no crees? -dije bromista-

-Todavía sigues con la manta, y por cierto, tienes que hacer nuevo vestuario ya que tienes que hacernos más cosas para el vestuario -dijo terminando el plato-

De pronto sentí una respiración tocar mi cuello.

-¿Por qué sigues enfada, nena? -dijo el chico por detrás-

Al escuchar la voz y el comentario que soltó sabia quién era.

Flashback

-¿Me perdonas? -dijo Matías-

-¿De qué te tengo que perdonar exactamente, Matías? -pregunté yo-

-Por lo del cuarto que pasó ayer -dijo él-