La ultima vez

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Ivette Jimenez



-Ya lo sé, pero que sepas, que el mordisco que me diste, no se queda aquí -dijo él-

Sentí un escalofrío recorrer mi columna, entre el frío de la montaña y lo que me acaba de decir Fran.

- no digas tonterías, anda - dije yo-

-No digo tonterías, te estoy diciendo que esto no se va a querer aquí, preciosa -dijo en un tono bajo-

-Fran, te toca entrar a la escena -ordenó una chica del equipo-

-Ya voy -dijo Fran yendo hacía allí- pero esto no queda así -dijo en un susurro-

-Ivette, te llaman desde el camerino, ve -dijo Bayona-

Yo hice caso y fui. Bajé en el teleférico y fui directa allí, entré y allí solo estaba posicionado Matías, en una silla y mirando al espejo.

-¿Sabes dónde está esta gente? -pregunté-

-No sé -respondió-

-Entonces, ¿para qué me han llamado aquí? -cuestioné-

-Les dije que vinieras -respondió de nuevo-

-¿Para qué? -dije yo-

-Para esto - dijo mientras se levantaba y venía hacia mi-

Este junto nuestros labios poniendo sus manos en mi cara para que nuestros labios se juntase, por un momento, de pasar a estar agitada por ese movimiento, pasó a ser la mayor tranquilidad del mundo, como si solo estuviéramos nosotros en esta misma tierra, solos completamente. Me separé de él, por falta de aire.

-¿¡Estás Loco!? -dije alterada por lo sucedido-

-Loco por tí -dijo muy calmado-

Al ver su respuesta, fui yo quien me impulsó para seguir besándole de esa manera tan desesperada. Me quedaba sin aire, pero me daba igual, si me muero, morí asfixiada besando a Matías desesperadamente. No me parece mala idea morir así.

-Qué ¿y tu enfado, niñita? -dije separándose de mí con una sonrisa mientras me miraba de arriba a abajo-

-Creo que se me pasó -dije llevándome la uña a la boca-

-Ivette ¿estás aquí? -dijo una productora desde la puerta, mientras interrumpía la mirada que me echaba Mati de arriba a abajo-

-Si -respondí-

-¿Podes buscar a los chicos? -preguntó-

-Claro -respondí de nuevo sin quitarle la mirada a Mati que me comía con esos ojos-

-Ten cuidado, hace calor -dijo la productora desde afuera y escuchando cómo se iba alejando la voz de la puerta-

-Bueno, te llaman -dijo Mati chascado-

-Ya vuelvo -dije yendo hacia la puerta y yéndome-

Mientras salía del camerino donde estaba Mati me fui quitando la camiseta térmica, quedándome en camiseta de tirantes sin sostén, porque para qué ponerte un sostén si vas a tener algo encima y ademas, algo ancho. Llegué a un sitio donde se escuchaban voces, mientras giraba para el sitio donde se escuchaban esas conversaciones me quitaba la camiseta térmica por el calor, me costaba quitármela ya que tenía unos collares enredados.

Si Supieras... || Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora