Bua, eh

8K 395 94
                                    

Ivette Jiménez

Me fui de la cena cuando terminé, tenía mucho sueño y mañana ya empezaban a rodar y todo eso, quería guardar energía para mañana. Al llegar a mi cuarto puse una alarma a las 6 de la mañana. Anteriormente, mientras subía a mi cuarto varias notificaciones llegaron a mi móvil, pero lo ignoré porque ya estaba demasiado cansada como para ver el móvil ahora. Directamente me acosté con la ropa que llevé al cena.

______________________

Hoy me levante por la alarma, me duché y me vestí con unos vaqueros y una sudadera, me recogí el pelo en una pinza y me maquillé un poco, lo mismo de siempre, el pintalabios de ese tono y el eyeliner borroso. Salí del cuarto a desayunar y apenas había gente en el comedor. En eso Bayona me llamó la atención, cogí algunas cosas rápidas del bufé y fui directa a Bayona.

-¿Qué pasa? -pregunté sentándome en frente de él-

-Creo que ya va a ser mucho trabajo para tí, pero necesitamos a alguien más para los vestuarios, tipo, para tomar medidas -dijo Bayona algo avergonzado-

-Bah, no te preocupes, yo me encargo, a mi padre le encantaba la costura, y yo era la que tomaba medidas, no es tanto trabajo -dije calmandole y guiñandole en compañerismo-

-Muchas gracias, eh, te debo una -dijo él-

-No hace falta muchacho -dije yo-

-¿Segura? -dudó él-

-Segura, además, con solo estar aquí, ni hace falta que me debas nada -dije yo-

-Bua, eres encantadora, Ivette -dijo él-

Tomé mi desayuno junto a él mientras charlavamos. Varia gente ya bajaba para desayunar, casi todos se me quedaron mirando ya que se les hacía raro que tenga mucho contacto con Bayona.

-Por cierto, vas a estar en la montaña con nosotros para el maquillaje y todo eso, ya que he visto que has caido bien a esta peña -dijo Bayona interrumpiendo el silencio que había entre nosotros mientras saboreabamos el desayuno-

Yo asentí ya que no podía hablar porque estaba con la comida en la boca y es de mala educación. Cuando terminé me fui a la habitación, mientas iba allí, vi a Fernando yendo a desayunar. Me lo crucé y este inmediatamente cogió mi mano y me dio una vuelta sobre mí, como si fuera un baile, esté al terminar las vueltas me cogió del hombro y empezó a hacer pasos de bailes por le pasillo. Cuando paró me agarró de la cintura haciéndome caer un poco al suelo.

-¿Ni dos besos ni na'? -dijo sarcástico-

-Cómo si fueras mi novio -dije yo-

-Bua, quien se ha levantado hoy de mal humor, tú -dijo riéndose-

-Qué eres Jordi Wild o qué -dije riéndome y soltandome de él- y no me he levantado mal humor, por cierto, es mejor que te apresures ya que están cerrando el desayuno -dije con una sonrisa victoriosa-

Este corrió hasta llegar al comedor, eso le pasa por entretenerse. Entré a mi cuarto y vacié mi mochila de mano para preparar todo para la montaña. Puse maquillaje, una cinta de medir que siempre la llevo ya que me recuerda a mi padre y unas pastillas con agua. Me pusé la ropa abrigada y saqué una manta del armario y la llevé en la maleta. Salí del cuarto y mientras esperábamos a algunos chicos más me puse en el móvil.

-¿Cómo encontraron mi Instagram...? -dije susurrando-

-Por Juani -dijo Enzo-

-Un poco más y me desmayo aquí en medio, por tu susto-dije yo-

Si Supieras... || Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora