¿Mi vestido, o yo?

4.4K 273 133
                                    

Ivette Jimenez

Después de un esto en la cama, derrotada por Matías y sus gestos, por fin me levanté ya que él me dejó salirme de la cama, ni me di cuenta de que no estábamos tapados con mantas por el calor que provocaba Matías con su cuerpo.

-¿A dónde vas, enana? -preguntó Mati con su voz ronca-

Yo al escuchar su voz tan ronca, no pude evitar sonrojarme y sonreír un poco.

-¿De qué te reís? -preguntó de nuevo con esa voz-

-Este... -dije evitando soltar un chillido-

-¿Y esa sonrisilla, nenita? -preguntó otra vez mientras se escuchaba el sonido de la cama crujir porque se estaba levantando-

Dios, este hombre me vuelve loca, como siga así, no podré evitar caerme al suelo. Mientras no respondía porque no sabía cómo reaccionar, se escuchaban los pasos de Recalt venir hacia mí, con sus pasos lentos mientras escuchaba cómo se estiraba en el camino. Cuando paró de caminar, me fui a dar la vuelta pero este me puso sus manos en mi cintura y me tensé tanto que no podía ni producir ninguna sola palabra.

-¿Qué te pasa? -preguntó susurrando a mi oído- ¿No puedes producir ninguna palabra, cachorro? -dijo de nuevo en el mismo tono-

Este atacó mi cuello dándole besos, yo le daba hueco para que pudiera explorar esa parte delicadamente.

-Dios... -dije yo, pero se me escapó-

-Veo que te está encantando... -dijo él-

-Nos tenemos que ir ya... -dije yo-

-¿Ahora? Con lo bien que se estaba poniendo la cosa... -dijo con quejidos-

-Nos van a cerrar el comedor... -dije arruinado el momento-

-Pero yo ya desayuné, tú tendrás que desayunar -dijo él-

-No digas bobadas... -comenté yo-

Después de arruinar el momento, nos fuimos al comedor y nos encontramos a Fran con Pipe robando algunas tortitas. Esta gente cada vez están mal de la cabeza, por cierto, hoy se me olvidó lo de la especie de fiesta que iba a hacer en la tarde noche. Después de tras horas de rodaje que ya yo estaba un poco cansada por el frío que hacía arriba y que casi no hacía nada importante, me dormí en una silla, con la cabeza apoyada en la mano que me sujetaba en la silla. Tras varios manotazos en las piernas me desperté ya que era la hora de comer. Tuve que ir otra vez a mi sitio para comer ya que les daría envidia ver lo que como.

_______________________

Ya por la tarde noche, nos preparamos expresamente para ir a la fiesta que se encontraba abajo de la recepción, teníamos que bajar en el ascensor. Por eso menos mal que me traje un vestido en la maleta por si acaso, por si pasaba esto. El vestido era un color rojo oscuro, con un lazo para ajustar en la cintura, me llegaba un poco por encima de las rodillas. Bajé del ascensor y ya había mucha gente por ahí.

-¿Esa no es Ivette? -dijo una voz por detrás-

-Creo que sí -respondió una voz-

-¡Ehh, Ivette! -dijo Fran viniendo hacia mí con una cara de sorpresa-

-¿Y ese vestido tan bonito? -dijo dándome una vuelta-

-Lo encontré por la maleta -dije con una sonrisa y brillo en los ojos-

-Ni te reconocíamos -dijo Enzo por detrás-

-Qué halago -dije enseñando mis dientes-

-Dios... Está tan... Impresionante -dijo Pipe-

-No la mires mucho, porque ya tiene dueño -dijo Matías mientras me miraba de arriba abajo-

-Como si fuera un perro -Bromeé-

-Jajaja -dijo Fran-

Lo pasábamos muy bien hasta que Matías me llamó a un sitio apartado.

-¿Ese vestido de donde lo has sacado? -dije yo-

-¿Qué te gusta más, mi vestido o yo? -pregunté-

-Tú, pero sin este vestido, más -dijo él-

-Otro día -dije guiñándole-

Este se rió con una sonrisa traviesa.

-No te vas a esperar a otro día -dijo él-

-Anda, vamonos que nos llaman -dije saliendo de ahí-

Nos salimos del sitio donde casi no había nadie, y seguimos cada uno por su camino, con la norma de no liarse con nadie. Me senté en un sillón para tener algo de tiempo para responder todos los mensajes de mi familia que me preguntaba que dónde estaba, ya que no estaba en mi piso de Argentina. Claramente me regañaron por no decirles que estaba en españa y que solo habían viajado a Buenos Aires para verme como sorpresa, pero la sorpresa se la llevaron ellos al saber que estaba siendo productora de una película. Al final, se le pasaron el enfado y se alegraron por mí.

-Ya nos vamos ¿venís? -preguntó Matías-

-Si, ahora mismo -dije levantándome para irme mientras me arreglaba el vestido-

Cuando pulsamos para entrar al ascensor vinieron detrás nuestra, Esteban junto a Fran y Pipe. No me molestó ya que subiríamos y no tendríamos conversación. Cuando ya estaba subiendo el ascensor para irnos para arriba, de pronto se paró en seco, nos miramos todos al toque y casi todos teníamos la cara en blanco por lo que estaba pasando ahora mismo en el ascensor.

-¿Qué hacemos? -dijo Fran tranquilo-

-¿¡Cómo puedes estar tranquilo, Fran!? -dijo Pipe agarrándolo de los hombros y agitándolo-

-Ya cállense -dije manteniendo el orden-

-A sus órdenes -respondió Esteban-

-Tenemos que pensar que esto ni se va a caer porque estamos menos de un metro de altura y no nos haremos daño -dijo Matías-

-No sé si es peor eso, o quedarnos atrapados aquí -dijo Esteban con sarcasmos-

-Y yo las ganas que tenía de dormir -dijo Pipe quedándose-

-No hay otra opción, tendremos que dormir aquí, ya que fuimos los últimos en irnos y ya todos están durmiendo -dije yo sentándome en el suelo-

Desde mi perspectiva se veían a Fran, Pipe, Esteban y Matías tan imponentes que me daba estaba miedo mirar hacia arriba.

Cuando me vieron hacer esa acción hicieron lo mismo.

-No cabemos así ni en broma -dije sacando una de mis manos que estaba entre medio mia y de Fran-

-¿Pues como nos ponemos, Genia? -dijo Fran-

Nota:

Holaa! Muchas gracias por la gente que está visitando esta historia, les agradezco mucho, en serio 🤍

Si Supieras... || Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora