¿No erais nada?

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Matías Recalt

Después de que Ivette terminara de maquillar a todos y a medir las prendas que necesitaba se sentó en una silla para descansar un rato.

-Amigo, yo voy a otro lado a practicar mi escena, ¿vale? -dije a Agus-

-Espera, todavia faltas por maquillarte y que te midieran las cosas necesarias -dijo Agus deteniendo mi camino-

-No hace falta... -dije abriendo la puerta para irme-

-¡Ivette! -dijo Agus pegando un chillido lo suficientemente alto para que ella se enterara-

Ivette Jiménez

Cuando me llamó Agus levanté la vista y lo vi que ese tal Matías.

-Maquilla al Recalt y midele -dijo él-

-¿No puede maquillarles otras? -dije algo molesta-

-Anda ¿por qué decis eso? Si te has divertido mucho con nosotros ¿por qué reaccionas así? -preguntó-

-Es que estoy cansada -dije desviando mis sentimientos hacia él-

-Yo te ayudo -dijo ofreciéndose-

-Me parece bien -dije levantándose-

Le expliqué a Agus cómo se media y este aprendió rápido. Yo hacía la parte del maquillaje. Me acerqué un poco a su cara para poder observar bien por dónde maquillaba

Matías Recalt

Cuando vi que se acercaba Ivette hacis mi no me moví. Me quedé petrificado hasta que me empezó a Maquillar, pensé que me iba a besar despues de lo sucedido, pero sería muy difícil por su personalidad y actitud, además, ella dijo que no quería relaciones y... ¿Por qué estoy pensado esto? No es mi tipo, es muy bajo para mi estándar, es lo contrario a ella.

-Bueno, ya terminé -dijo retirándose de estar cerca mía-

-Has quedado hecho un puerco, pero eso está muy bien para la peli -dijo Agus-

Yo me reí ante su comentario

Ivette Jiménez

Cuando terminé me salí del cuarto a beber algo de agua, por el camino me encontré a Bayona.

-¿Podrias avisar de que ya tiene que irse arriba? -dijo Bayona parandome en seco-

-Pues claro -dije volviendo de nuevo al cuarto- Chicos, ya salgan, ya hay que rodar, y les deseo suerte en el frío -dije yo-

-Es verdad, que por la tarde hace más frío -dijo Enzo algo agunstiado-

-Anda, pues a pasar frío -dije yo-

-Calla, que tú también estás con nosotros en la montaña, pargela -dijo Juani-

-Eh, sin ofender Caruso -dije yendo hacía él y darle un sape-

Este al saber lo que se venía, ya wue mis pasos decían lo que iba hacer, este me cogió como un saco de patatas.

-Mira, acabo de recoger un saco de patatas -dijo Juani-

Yo pateaba y le pegaba puños en la espalda, hasta que me rendí por el cansancio.

Si Supieras... || Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora