Pasitos Pequeños (Yoontae)

Capítulo 58

La felicidad y la alegría rodea a su familia tanto que es la única emoción que han sentido durante todo ese largo día, ese que han compartido los tres juntos.

A pesar que sus familiares y sus amigos han querido sostener a su bebé, ellos le respetaron el espacio que entre los tres se merecen porque desde que salieron del juzgado nunca han soltado a su pequeño, a ese hermoso bebé que tienen y que a dormido una eternidad al igual que ellos.

Aprovechando el espacio que su familia les dió en cada momento, ellos no se apartaron, dejaron que cada uno le dé un beso a su bebé mientras estaba dormido entre sus brazos envuelto como burrito en el saco del traje de Yoongi.

Cada uno de sus amigos y familiares besaron a su bebé diciéndole palabras de felicidad y confesando lo emocionado que estaban por haber vuelto a ese lugar que tanto limpiaron la noche anterior, todos se esmeraron por limpiar y ordenar la casa para cuando seokie regresara.

Y lo hizo, el pequeño regresó a casa con sus padres, cuando llegaron a casa, estaban todas sus cosas intactas así como le gustaban, a pesar que no las vió por lo dormido que estaba, sus tíos están felices de tenerlo de vuelta.

En cambio, los padres necesitando espacio para ellos, le dieron un recorrido a la sala para irse largo arriba hacia el dormitorio donde es su lugar seguro, ese que les hizo dar sueño, luego de tantos días separados.

Acostados los tres en la cama se sintieron envueltos en una burbuja de felicidad y paz, tanto que durmieron toda la noche sin despertarse un instante, solo Taehyung lo hizo pero para confirmar lo dichoso que sentía su corazón al sentir nuevamente ese pequeño cuerpo pegado a sus costillas.

Se levantó en medio de la oscuridad confirmando que los latidos de su corazón que bombeaba felicidad era por su bebé que descansaba en sus costillas diciéndole que había vuelto a ellos.

Solo confirmando que su bebé estaba con ellos, con una sonrisa se volvió a dormir, así mismo sucedió con Taeseokie, no le importó el hambre, solo quería descansar sintiéndose seguro en el único lugar que a sido feliz durante su corto año de vida.

Él a sido el niño más feliz sintiéndose seguro en compañía de sus padres.

Sus despertares siempre han sido lo más difícil puesto que a ninguno les gusta madrugar pero hay algo que no los deja dormir, el sentir algo húmedo en sus mejillas junto a varios pequeños golpes hace que ambos padres abran los ojos viendo borroso hasta que por fin logran enfocarse en ese pequeño ser que está sentado con una gigantesca sonrisa entre ellos.

— Ñam ñam

Rascan sus ojos creyendo que es un simple sueño y no es verdad tener a su bebé de nuevo con ellos pero esa sonrisa que les muestra esos pequeños dientitos les deja saber que si, su bebé está ahí con ellos mirándolos tan bonitos mientras sostiene su gatito.

— Hola gatito — tae se sienta en la cama — ¿Cómo amaneció el bebé de Papi?

Mira a la ventana notando como se ve ya el atardecer dándole a comprender que ya es más de medio día y ellos apenas están despertando de ese largo sueño que tanto necesitaban, ese que no han podido concebir por semanas.

— Buenas tardes — canturrea feliz.

Sostiene a su bebé acostándolo en esta para dejarle una sesión de besos en todas las mejillas al igual de su pequeña pancita, le besa la zona tronando sus labios provocando que las carcajadas de su bebé llenen la habitación llamando la atención de ese hombre de cabellos azules que se estira mirando la escena más perfecta del mundo.

Su familia completamente feliz junto a él.

— ¿No hay buenas tardes para papá? — pucherea.

— No — seokie se ríe moviendo la cabeza.