❧ I. 5

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La luz tenue de la mañana del sábado se filtraba por las cortinas de la habitación de Minseok cuando abrió los ojos. Al despertar, el chico se estiró y bostezó, sintiéndose renovado después de una noche buena de descanso. El suave murmullo del campus en la distancia y el sonido ocasional de pájaros creaban una atmósfera tranquila. Al incorporarse en su cama, notó que Hyeonjun ya estaba medio despierto en la cama vecina.

—Buenos días —saludó Minseok, notando una expresión de malestar en el rostro del rubio.

—¿Ya es de día? —respondió con voz ronca, tapándose los ojos con el brazo.

—Sí, parece que sí. ¿Te sientes bien?

Hyeonjun soltó un suspiro pesado.

—No realmente... ya sabes, tengo una resaca de esas que te hacen replantearte todas tus decisiones de vida.

Minseok rió suavemente, entendiendo la sensación.

—Bueno, quizás un buen café te ayude a sentirte mejor. ¿Quieres que vaya a traerte uno?

Hyeonjun, apreciando la oferta, asintió débilmente.

—Eso sería genial. Un café frío es justo lo que necesito para revivir.

El más bajo se levantó y vistió con cuidado, procurando no hacer mucho ruido y se dirigió hacia la puerta. Antes de salir, miró hacia atrás y le dijo al otro:

—Estaré de vuelta en un momento. Descansa un poco más.

El rubio agradeció con un gesto con la cabeza y se cubrió con las sábanas mientras el otro abandonaba la habitación.

Mientras caminaba por el campus en la fresca mañana de sábado, Minseok disfrutaba de la calma que contrastaba con la agitación de la semana académica. Se dirigió hacia la cafetería universitaria con la intención inicial de conseguir café para Hyeonjun y para él. Sin embargo, recordó la sugerencia de Minhyung sobre la cafetería cercana que frecuentaba, por lo que decidió aventurarse y cambiar su rumbo. Después de vagar por unos cuantos minutos por las afueras reconoció a lo lejos el logo colorido del lugar y pronto llegó a un pequeño local que, a pesar de su tamaño, estaba lleno de personas. Una fila se formaba frente al mostrador, donde un único barista se esforzaba por satisfacer las múltiples solicitudes.

Minseok se unió a la fila, observando con curiosidad a su alrededor. La atmósfera era acogedora, con estudiantes charlando, algunos estudiando con sus laptops abiertas y otros disfrutando de sus bebidas en mesas dispersas por el lugar. La fragancia del café flotaba en el aire al igual que melodías de canciones populares, haciendo que la espera fuera más llevadera.

A medida que avanzaba, notó que el murmullo de conversaciones se intensificaba. Al llegar a la parte delantera, su atención se desvió momentáneamente hacia el menú escrito en una pizarra. Mientras decidía qué café ordenar, escuchó una voz conocida. Alzó su cabeza y, para su sorpresa, vio al profesor Lee Sanghyeok en la fila, esperando pacientemente su turno. El corazón de Minseok dio un pequeño vuelco de sorpresa y admiración al verlo allí en ese entorno casual. El renombrado académico parecía estar inmerso en una conversación amena con el barista, quien asentía sonriente mientras preparaba su pedido. La naturalidad y la familiaridad con la que el profesor interactuaba con el otro joven indicaban que esta no era la primera vez que visitaba ese lugar.

Minseok, aún en la fila, se quedó admirando al profesor Lee desde la distancia. Para él, el académico se destacaba no solo como un maestro brillante sino también como una figura inspiradora. La manera en que se desenvolvía con naturalidad entre la multitud, combinada con su reputación académica, generaba un aura de fascinación que hipnotizaba a Minseok. De repente, mientras lo observaba fijamente, sintió un impacto en su espalda y tropezó con algo en el suelo. El asombro lo hizo dar un paso hacia atrás, y cuando se giró para ver qué había causado el incidente, se encontró con una mesa pequeña que no había notado antes. Al parecer, había chocado con ella al estar distraído admirando a Sanghyeok.

ROSE ;; Keria x GumayusiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora