ROSE ;; Keria x Gumayusi

❧ VI. 7

El viento siseaba entre los edificios desiertos mientras Minhyung se adentraba en las calles oscuras y solitarias de Seúl. La dirección del almacén abandonado parecía guiarlo como un faro en la noche, atrayéndolo con una fuerza irresistible que superaba incluso su creciente sensación de inquietud.

A pesar de la bruma de incertidumbre que nublaba su mente, siguió adelante con determinación, cada paso acercándolo un poco más a la verdad que se escondía en las sombras. El roce de sus zapatos contra el pavimento era el único sonido que rompía el silencio de la noche, un eco constante de su voluntad implacable mientras se dirigía hacia su destino con una mezcla de ansiedad y valor.

En tanto avanzaba por las calles, la mente de Minhyung volvió una vez más a los días que lo habían llevado hasta ese punto, reflexionando sobre los eventos que habían moldeado su vida hasta ese momento. Había seguido el camino que se esperaba de él, estudiando derecho bajo la sombra de la reputación de su padre. Aunque nunca había sentido una pasión ardiente por el derecho, había seguido adelante por el deseo de complacer a su padre y mantener el legado familiar.

Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando, por sugerencia de su padre, se convirtió en el ayudante de Sanghyeok. Si bien inicialmente había aceptado el puesto por complacer a su progenitor y por el prestigio que conllevaba trabajar con alguien tan respetado, pronto descubrió que su relación con Sanghyeok no sería tan fácil como había esperado.

Desde el principio, la dinámica entre ellos fue tensa. Minhyung siempre había sentido que Sanghyeok lo miraba con desconfianza, como si sospechara de sus motivaciones ocultas. Y pese a que inicialmente el chico había intentado ganarse su confianza y respeto, sus esfuerzos habían sido en vano.

A pesar de sus diferencias, Minhyung había continuado trabajando como ayudante del profesor Lee, llevando a cabo sus tareas con diligencia y dedicación. No obstante, en secreto, había comenzado a investigar al profesor, alimentado por una creciente sensación de intriga y desconfianza.

Durante meses, había recopilado información sobre Sanghyeok, buscando pistas que pudieran arrojar luz sobre sus motivaciones y acciones. Pero cada vez que creía estar cerca de descubrir la verdad, se encontraba con obstáculos que parecían insuperables, como si alguien estuviera protegiendo los secretos del profesor con una determinación feroz.

A medida que caminaba por las calles desiertas, reflexionaba sobre las noches sin dormir que había pasado analizando archivos, siguiendo pistas y conectando puntos en su búsqueda de respuestas. Con todo, cada intento de desentrañar los misterios que rodeaban a Sanghyeok solo parecía hundirlo más en un abismo de confusión y sospecha.

Y entonces, las pesadillas comenzaron a acecharlo, como fantasmas que se arrastraban en las esquinas de su mente durante la noche. Imágenes perturbadoras y sueños extraños lo atormentaban, dejando una sensación persistente de malestar que se aferraba a él incluso después de despertar. A menudo se encontraba sudando frío en la oscuridad de su habitación, con el corazón martilleando en su pecho mientras luchaba por sacudirse los demonios que lo acosaban en sus sueños.

Finalmente, después de un largo viaje lleno de pensamientos tumultuosos y recuerdos sombríos, Minhyung llegó a la dirección indicada. Ante él se alzaba el almacén abandonado, un edificio oscuro y desgastado que parecía emerger de las sombras como un espectro del pasado. Las ventanas estaban cubiertas de polvo y las paredes estaban repletas de grafitis, cada uno contando una historia de tiempos pasados y olvidados.

Minhyung se detuvo frente al edificio, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda mientras contemplaba la estructura ominosa ante él. La sensación de inquietud que lo había acompañado durante todo el viaje ahora se intensificaba, envolviéndolo en un manto de temor y precaución.