ROSE ;; Keria x Gumayusi

❧ VI. 3

El sol se ocultaba lentamente en el horizonte, coloreando el cielo de tonos dorados y rosados mientras la tarde daba paso a la noche. En ese momento, Minhyung contemplaba el crepúsculo desde la ventana de su habitación, perdido en sus pensamientos mientras sopesaba las opciones y los riesgos que enfrentarían esa noche.

Durante días, él y Minseok habían estado esperando el momento adecuado para infiltrarse en la casa de Sanghyeok y, finalmente, después de considerarlo detenidamente, Minhyung había llegado a la conclusión de que no podían posponer la misión por más tiempo. Había investigado lo suficiente sobre la estructura de la casa y los horarios de Sanghyeok para determinar que esa noche sería la mejor oportunidad que tendrían para llevar a cabo su plan.

Con decisión firme, se volvió hacia Minseok, quien estaba sentado en el borde de la cama, balanceándo sus piernas y jugando algo en su teléfono.

—Minseok, creo que ha llegado el momento de actuar e ir a casa de Sanghyeok. 

El otro levantó la vista, sorprendido por la determinación en los ojos de su compañero. Sabía que este momento llegaría tarde o temprano, pero aún así, sentía un nudo en el estómago al enfrentarse a la realidad de lo que estaban a punto de hacer.

—¿Ahora? —preguntó, buscando confirmación en los ojos de Minhyung.

—Sí, ahora es el momento. Sabes que no podemos posponer esto por más tiempo. Tenemos que obtener esas cintas de autoevaluación antes de que Sanghyeok sospeche algo. Además, según su horario, ahora debería estar en una reunión con el consejo de la universidad.

Minseok asintió, comprendiendo la urgencia de la situación. A pesar de sentir un cosquilleo de nerviosismo en el cuerpo, sabía que no podían permitirse perder esta oportunidad. Se puso de pie, listo para seguir a Minhyung hacia el peligro que les esperaba.

Minhyung condujo al otro por los pasillos del campus, manteniéndose en silencio mientras se dirigían hacia el lugar donde se encontraba la casa de Sanghyeok. A medida que se acercaban, la ansiedad se apoderaba de ellos, como una sombra que los seguía de cerca.

Finalmente, llegaron a las inmediaciones de la casa del profesor. La mansión se alzaba imponente ante ellos, sus altos muros y su fachada majestuosa ocultaban secretos que solo esperaban ser descubiertos. A pesar de su apariencia de antigua mansión inglesa, Minhyung sabía que en su interior aguardaban las últimas innovaciones tecnológicas, incluidas las cámaras de seguridad que vigilaban cada rincón de la propiedad.

Minseok miró la casa con fascinación y un toque de aprensión. Recordaba con claridad su visita anterior a ese lugar. La atmósfera opulenta y cargada de historia lo había impresionado, pero ahora, con el conocimiento de los horrores que se escondían tras las paredes de esa morada, sentía un escalofrío recorrer su espalda.

El mayor, por otro lado, estaba concentrado en el plan. Recordaba cada detalle de la casa, gracias a su familiaridad con el lugar como asistente de Sanghyeok. Sabía por dónde empezarían y qué obstáculos encontrarían en el camino. Con gestos silenciosos, indicó a Minseok que lo siguiera mientras se acercaban sigilosamente a la entrada principal. Con manos expertas, manipuló el sistema de seguridad de la puerta principal, desactivando temporalmente la electricidad. Sabía que no tendrían mucho tiempo antes de que el sistema se restableciera, así que instó al otro a entrar rápidamente.

Minseok siguió al otro con paso cauteloso, sintiendo la adrenalina bombear en sus venas mientras se adentraban en la oscuridad del hogar de Sanghyeok. La ausencia de luz eléctrica sumía el interior en una penumbra inquietante, donde las sombras danzaban en las paredes como espectros acechantes.

Conocedor del camino, Minhyung guiaba al menor con habilidad, evitando los muebles y las decoraciones que podrían delatar su presencia. Cada paso era un riesgo calculado, cada movimiento, una danza delicada entre el sigilo y la urgencia. El silencio reinaba en la casa, solo roto por el susurro de sus respiraciones y el ligero crujido del suelo bajo sus pies. Minseok se aferraba a la mano de Minhyung, buscando consuelo en su contacto en medio de la oscuridad y el miedo que amenazaba con consumirlos.