❧ IV. 7

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La carretera se extendía oscura y serpenteante ante ellos, iluminada solo por los faros del automóvil que cortaban la penumbra de la noche. El bullicio de la ciudad de Seúl quedaba atrás, reemplazado por la tranquilidad del camino hacia Gyeonggi. El sonido de risas y conversaciones llenaba el interior del auto mientras Hyeonjun manejaba con destreza y Wooje seguía las indicaciones del GPS, asegurándose de no perderse en la ruta hacia la provincia.

Minseok, sentado en la parte trasera junto a Minhyung, disfrutaba del suave vaivén del automóvil y de la compañía del mayor a su lado. La música animada fluía desde el sistema de sonido del auto, llenando el espacio con una energía positiva. Hyeonjun, como siempre, elegía canciones alegres y pegajosas que animaban a todos en el vehículo.

—¡Esta es mi canción favorita! —Exclamó el rubio, aumentando el volumen mientras tarareaba la melodía.

Wooje, por su parte, no pudo evitar sonreír ante la efusividad de su novio y, a pesar de su usual tranquilidad, no pudo evitar mover la cabeza al ritmo de la música. Hyeonjun, entusiasmado, les lanzó una mirada a través del retrovisor.

—¡Vamos, chicos! ¡A cantar todos juntos!

La invitación del rubio fue recibida con risas y entusiasmo. Minseok, aunque no conocía todas las letras, se unió a la diversión, siguiendo el ritmo y disfrutando del espíritu festivo del momento. Mientras todos compartían risas y cánticos, Minhyung, a su lado, no perdió la oportunidad de aprovechar la proximidad en el espacio reducido del auto.

Los dedos del mayor se deslizaron discretamente sobre la mano de Minseok, un gesto apenas perceptible que envió un escalofrío de placer por la espina dorsal del más bajo. Minseok no pudo evitar sonreír, disfrutando de la cercanía del otro. Minseok entrelazó sus dedos con los del mayor en un acto tan natural como la brisa que se filtraba por las ventanas abiertas del automóvil.

Hyeonjun, si bien estaba concentrado en la carretera, no pasó por alto la interacción sutil entre los otros dos. Una sonrisa burlona se formó en su rostro mientras observaba a través del retrovisor.

—¿No es un poco temprano para eso? Estamos solo en el camino a Gyeonggi, me pregunto qué sucederá cuando lleguemos al campamento.

Minhyung, sin dejar de sonreír, respondió con el mismo humor.

—Oh, Hyeonjun, ¿qué te hace pensar que podemos esperar tanto? La diversión debe comenzar desde el principio.

Las risas estallaron en el interior del auto y la atmósfera relajada y bromista continuó mientras la carretera se deslizaba bajo las ruedas, llevándolos cada vez más lejos de la ciudad. La vía oscura se abría ante ellos, y el paisaje cambiaba gradualmente a medida que se alejaban de Seúl. Los faros del automóvil iluminaban intermitentemente árboles y campos a ambos lados de la carretera, creando una sensación de misterio y anticipación.

Finalmente, después de un viaje animado y lleno de risas, llegaron a la zona de acampada designada. La extensión de terreno abierta estaba iluminada por la luz de las estrellas y las linternas dispersas entre las carpas de los estudiantes. El sonido de risas y música flotaba en el aire, creando una atmósfera festiva que envolvía a todos los presentes.

Hyeonjun estacionó el auto cerca de un grupo de carpas, y todos salieron del vehículo con alegría. La noche estaba fresca, pero la emoción y la anticipación mantenían a raya el frío. Minseok, observando el paisaje nocturno, se maravilló de la magia que la oscuridad y las estrellas conferían al lugar.

—¡Vamos, chicos, tenemos que encontrar un buen lugar para nuestras carpas! —dijo el rubio, liderando el grupo con su típica energía.

Wooje, siempre más calmado, asintió con una sonrisa, siguiendo a su novio hacia la zona de acampada. Minseok, aún tomado de la mano del otro, compartió una mirada rápida con Minhyung, quienes se unieron al dúo de novios mientras buscaban un lugar adecuado para armar sus carpas.

ROSE ;; Keria x GumayusiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora