❧ VI. 9

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Minseok se encontraba al borde del abismo, luchando por mantenerse a flote en las aguas turbulentas de su propia mente. Cada vez más profundamente envuelto en el hechizo de Sanghyeok, su voluntad parecía deslizarse lentamente hacia la oscuridad que acechaba en las sombras de su conciencia.

Sin embargo, en un momento fugaz de claridad, Minseok sintió un destello de determinación que se encendía dentro de él. Un instinto de supervivencia lo impulsó a luchar contra las cadenas invisibles que lo mantenían prisionero en la telaraña de hipnosis tejida por Sanghyeok. Con un esfuerzo sobrehumano, trató de resistir la seductora llamada del profesor, aferrándose desesperadamente a la frágil hebra de su propia identidad.

En un acto casi inconsciente, Minseok movió bruscamente la taza de té que sostenía en sus manos, causando que el líquido caliente se derramara sobre sus piernas. Un dolor agudo lo atravesó, cortando a través de la niebla de la hipnosis y devolviéndolo a la realidad con una sacudida violenta.

El calor abrasador lo arrancó del trance inducido, sus sentidos inundados por la sensación punzante de la quemadura y sonido de la taza quebrándose contra el piso. El repentino estallido de dolor sacudió a Minseok de su letargo, devolviéndolo a la realidad con una claridad repentina y dolorosa. Se encontró mirando fijamente el líquido caliente que se esparcía por el suelo, su corazón golpeando con fuerza contra su pecho mientras la sensación de ardor se extendía por sus piernas.

La repentina acción del chico sacudió a Sanghyeok de su complacencia momentánea. Una mezcla de sorpresa y admiración cruzó fugazmente su rostro mientras observaba al joven luchar contra las ataduras de su hipnosis. Era evidente que Minseok poseía una fortaleza interior que el hombre no había anticipado completamente, lo cual solo lo atraía más hacia él.

—Interesante... —murmuró, su voz apenas un susurro que apenas pudo alcanzar los oídos del joven—. Parece que tienes más fuerza de la que pensaba, Minseok.

—¡Basta de juegos! —exclamó con voz temblorosa pero firme—. ¡Quiero respuestas! ¿Dónde está Minhyung? ¿Qué le has hecho?

Sanghyeok observó al otro con una expresión de falsa sorpresa, como si estuviera sinceramente desconcertado por las acusaciones.

—¿Minhyung? ¿Por qué asumes que sé algo sobre su paradero, Minseok? —respondió con una sonrisa engañosa, sus ojos brillando con malicia apenas perceptible—. ¿Estás seguro de que no estás confundiendo las cosas? Después de todo, la mente puede ser un lugar muy confuso, especialmente cuando está llena de sospechas y paranoia.

—No intentes confundirme, Sanghyeok. Sé lo que has estado haciendo, sé quién eres realmente. ¡Y no voy a permitir que sigas con tus juegos! 

Sanghyeok observó al joven con una expresión de fascinación, como si estuviera impresionado por la valentía que demostraba al enfrentarse a él.

—Eres verdaderamente especial, Minseok. Más de lo que incluso tú mismo podrías imaginar. He estado observándote, estudiándote, esperando el momento adecuado para revelarme ante ti.

La afirmación del profesor envió un escalofrío por la espina dorsal de Minseok, despertando una sensación de inquietud y temor que había estado latente en lo más profundo de su ser desde que comenzó su búsqueda de la verdad.

—¿Qué estás insinuando? ¿Por qué estás haciendo esto? —preguntó, su voz temblorosa pero desafiante mientras enfrentaba al hombre que había admirado y temido al mismo tiempo.

Sanghyeok se inclinó ligeramente hacia adelante, sus ojos brillando con una intensidad que parecía atravesar la máscara de cortesía y amabilidad que siempre mostraba en público.

ROSE ;; Keria x GumayusiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora