Capítulo 2

1.8K 219 45
                                        

La joven Addams estaba en su habitación leyendo un libro o mínimo intentando leerlo, pues en su mente solo estaban las palabras de la rubia.

- Es estúpido darle cabeza a algo que no tiene cuerpo - dijo Merlina, se sentía enojada consigo misma, ella sabía que la rubia solo tenía ojos para Ajax, ella sabía que la posibilidades de que aquella rubia caiga a sus pies eran mínimas, pero aún así creyó tener la más mínima oportunidad de enamorarla.

Claramente Merlina no iba a admitir de manera abierta el hecho de que estaba cortejando a la rubia, pero sus acciones por más mínimas que fueran daban pistas de ello. Todo eso fue pasado por desapercibido por Enid, pero no por Euguene, Yoko y Bianca.

- Ella es feliz con él, te aconsejo alejarte - recordó las palabras de Yoko - No dejes que tu amor corte las alas de Enid, si la quieres déjala.

« Si la quieres déjala » aquella frase se repetía una y mil veces en la cabeza de la Addams.

Euguene y Bianca le aconsejaron lo mismo, le dijeron que mientras más alejada esté de la pareja menos iba a sentir la falta de la rubia y que poco a poco iba a dejar de tener aquellos sentimientos por la chica de iris azules con un toque verdoso en el centro, Merlina lo hizo, se alejó, pero no logró nada con eso, se sentía vacia, sentía que algo le faltaba.

Y ahí estaba ella, llorando por dentro por un amor que nunca fue correspondido, no podía culpar a la rubia, ella no tenía la culpa de lo idiota que fue su corazón al dejarla entrar en él.

Pensó que finalmente al graduarse de NeverMore iba a volver a acostumbrarse a su soledad, lamentablemente no fue así. Apenas salieron lo primero que hizo la rubia fue empezar con los preparativos de su boda, Merlina tenía más que claro que por más invitada que esté iba a inventar una excusa para no asistir, no podría con el dolor de ver a su primer amor casándose con alguien más, pero todo se fue a la mierda cuando Enid le pidió que fuera su dama.

- Eres mi mejor amiga y es un día muy especial para mí, obviamente quiero que seas mi dama - dijo, Merlina pensó en todas las posibles excusas creíbles para decir que no, no obstante, la rubia le dio aquella mirada de cachorrito, esa mirada derretía a Merlina por dentro y no tuvo otra opción que aceptar.

Lo peor vino después cuando Enid la llevó junto con Yoko y sus demás damas a la prueba de vestido.

- ¿Cómo me veo? - preguntó Enid modelando el vestido que tenía puesto.

La mente de Merlina se perdió entre el espacio, se veía realmente hermosa dentro de aquel vestido, como toda una princesa, algo en ella dolía, pues la rubia estaba en busca del vestido perfecto para casarse con alguien que no era ella.

« Ella no te eligió » Merlina se regañaba a si misma hasta incluso por pensar que ella estaba entre las posibilidades de Enid. Era claro que no.

El arcoíris y el gris no van de la mano.

« Los opuestos se atraen » que ridícula frase, en su momento creyó que era cierto, cuando se dio cuenta que se había enamorado de la chica que vestía como si un colorido unicornio hubiera vomitado encima de ella.

- Eres perfecta - soltó Merlina recibiendo un sonrojo por parte de la rubia y unas miradas curiosas de las demás damas.

- Gra-gracias - dijo Enid

El día se acercaba cada vez más, Enid estaba muy emocionada al fin iba a estar unida al amor de su vida con un compromiso que sería para toda la vida.

Hasta que el día finalmente llegó, Merlina se levantó con algo de pesadez no quería arreglarse para ver cómo un idiota se casaba con el amor de su vida, pero por Enid lo hizo, se hizo un ligero maquillaje y se soltó sus típicas trenzas dejando su cabello suelto el cual a pesar de ser lacio estaba algo ondulado por las trenzas, decidió dejarlo así y se puso el vestido de dama. Enid había mandado a hacer unos vestidos largos con un corte al costado de la pierna derecha y ajustados en la parte de arriba, no era de su agrado vestirse así, solo por Enid lo utilizó, más porque la rubia tuvo en consideración su preferencia de colores y le mandó a hacer un vestido de color negro para ella.

Salió de su casa y se dirigió al lugar donde Enid se estaba arreglando, al entrar se encontró con la imagen más encantadora, Enid se veía realmente hermosa con su vestido blanco.

- ¡Merlina! ¡Qué bueno que llegaste! Mira ¿Qué te parece? - dijo dándose una vuelta.

- Estás hermosa - fue sincera

- Awww, gracias, sabes, viniendo de ti lo hace más especial - dijo dándole un abrazo.

Cómo es costumbre las novias siempre se demoran en llegar y esta vez no fue la excepción Enid entró al jardín donde iba a ser la boda una hora más tarde de lo predicho, pero se sorprendieron al ver que el novio no estaba.

- ¿Dónde está, Ajax? - se preguntó Enid a si misma.

Tu Refugio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora