Capítulo 6

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- Eres una decepción - la rubia lloraba mientras escuchaba con atención las palabras de su esposo, aquellas palabras tan crueles que pensó no volver a oír, aquellas tres palabras eran las mismas con las que su madre se dirigía hacia ella.

Las palabras de Ayax ya no eran un: Te amo, te extraño, te quiero mucho, te adoro, eres el amor de mi vida y un montón de frases cliché con las que le endulzaba el oído, ahora era un: te aborrezco, no entiendo cómo puede haberme casado contigo, eres una decepción, ni como esposa sirves y un montón de frases que herían a Enid.

- Lo lamento - susurró Enid para que sólo Ajax pueda escucharla y con lágrimas en los ojos cerró la puerta de la habitación para que Ajax continuara cogiendo a la chica que estaba oyendo toda la pelea desde su cama.

¿Cuánto más iba a durar esto? Se preguntaba la rubia, mientras bebía una taza de café, ahora esa era su vida: ver como Ajax coge a cualquiera que tenga tetas, culo y coño delante de sus ojos.

- Tenías razón, madre. Hubiera sido mejor si me hubiera presentado como omega - dijo Enid entre lágrimas, recordando la cara de decepción que puso su madre al enterarse que su hija se había presentado como alfa, pues ella ya tenía todo resuelto para Enid: un alfa perfecto junto con un matrimonio arreglado, pero todos esos planes se fueron a la mierda cuando la rubia se presentó como una alfa.

- Tu loba es una decepción - dijo su madre con una mirada de disgusto y desaprobación, cosa que a Enid le dolió, pues sus hermanos que también eran alfas, ellos tuvieron todo el apoyo y cariño de su madre, mientras ella ¿Qué? ¿Ella qué tenía? ¿Qué recibía por parte de ella? Insultos, humillaciones y más insultos. Es como si su madre la viera como la deshonra de su familia.

No sabía cuándo había llorado en los últimos treinta días, sin embargo sabía que había llorado todo lo que no lloró en sus 19 años de vida.

Decidió que lo mejor sería salir a despejar un poco su mente de todos sus pensamientos, igual a su esposo no le importaba en lo más mínimo qué es lo que ella esté haciendo mientras se coge a otra de sus amantes sobre la misma cama en la que duermen.

Llegó a una cafetería, no sabía cuánto había caminado, pero fue lo suficientemente lejos como para llegar a una cafetería que queda justo a 5 minutos de su centro comercial favorito. Pidió únicamente un frappé y se sentó a admirar a través de la ventana a todas las personas que pasaban cerca del lugar, unas entraban, otros seguían de largo.

En eso vio un grupo de chicas bastantes conocidas para ella y empezó a entrar en pánico, antes de que ellas pudieran entrar, Enid cogió su bolso y se fue al baño, no podía dejar que sus amigas vieran lo demacrada que se veía en esos momentos y mucho menos los golpes que Ajax le había proporcionado en días anteriores que aún se notaban en su rostro unos más verdes o morados que otros.

Después de ocultar aún más sus heridas con maquillaje, la rubia decidió que ya era hora de salir del baño. Al pasar por el pasillo pensó únicamente en acercarse a caja, pagar su bebida e irse como si no hubiera visto a sus amigas, plan que quedó en segundo plano apenas la rubia escuchó la voz de Divina llamarla.

- Hola, chicas - saludó Enid mientras se acercaba a la mesa, ahí estaban Yoko, Divina y Bianca, quienes le regalaron una sonrisa en forma de saludo.

- Miren quién está aquí, la señora de Petropolus - dijo su mejor amiga mientras le daba un abrazo, tal vez en otra situación la rubia estaría feliz de ser llamada así, pero no ahora, no cuando supo que Ajax es un lobo disfrazado de oveja, sin embargo, no quería preocupar a sus amigas, así que sólo les dió una sonrisa y se sentó en la mesa aceptando la invitación de quedarse a conversar con ellas.

- ¿Ya sabes que van a ordenar? - preguntó cordialmente un mesero.

- Disculpe, todavía no vamos a ordenar, estamos esperando a alguien - dijo Bianca y el mesero de fue.

- ¿A quién esperan? - preguntó Enid

- A Addams - respondió Yoko - Dijo que iba a llegar un poco tarde, Euguene está enfermo y al parecer no es autosuficiente como para cuidarse él solo.

¿Merlina cuidando a alguien? Vaya eso sí era extraño, aunque no tan ilógico ya que era bien sabido por todas que la pelinegra cuidaba bien de los suyos.

- Hasta que al fin - se escuchó decir a Bianca sacando a Enid de sus pensamientos.

- Lamento la demora - dijo Addams tomando asiento al lado de Divina justo al frente de Enid.

- Ahora que ya estamos todas aquí, ahora sí cuéntanos ¿Cómo te fue en tu luna de miel? - preguntó Yoko dándole una mirada pícara a la rubia.

- Bien - se limitó a decir Enid, sorprendiendo a Merlina quien ya se había preparado para escuchar a la rubia hablar de su hermosa luna de miel por más de una hora.

- ¿Bien? ¿Sólo bien? - dijo Divina

- Sí, bien. ¿Cómo les va con las solicitudes a la universidad? - preguntó la oji azul cambiando de tema.

Todo iba bien hasta que la rubia se paró de la mesa para ir al baño sin darse cuenta de que era perseguida por una pelinegra con mirada de psicópata.

- ¿Cuánto más? - preguntó Merlina entrando al baño viendo detenidamente a Enid, su sangre hervía de furia.

- ¿Cuánto más qué? - preguntó Enid sin entender.

- ¿Cuánto más vas a mentirles? ¿Cuánto más vas a soportar golpes por parte del idiota al cual elegiste como esposo? - cada palabra de su boca salía con más furia que la otra.

- No entiendo a qué te refieres, Addams.

- Ajax te golpea, he visto las marcas que ocultan tu maquillaje, tal vez las otras sean tan ignorantes como para no darse cuenta, pero son muy evidentes. ¿Cuánto más vas a soportar que él te golpee? - Merlina la acorraló contra la pared y la obligó a que la mirara.

- No te metas - dijo Enid liberandose de ella - Por primera vez te lo pido, Addams. No te metas - dicho esto se fue del baño, dejando a la pelinegra desconcertada. Cualquiera en esta situación pediría ayuda ¿Por qué, Enid no?

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