Capítulo 11

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- Llegaste - dijo Enid mientras se acercaba a abrazar a Merlina - Pensé que te había pasado algo - dijo la rubia mientras dejaba caer algunas lágrimas.

- ¿Por qué?

- Cuando me escribiste dijiste que llegarías en una hora y tardaste más de dos horas en llegar, me preocupé mucho - la expresión del rostro de la pelinegra se suavizó dándole paso a unos ojos cafés brillantes y unas mejillas ligeramente sonrojadas, junto con un sentimiento de hormigueo en los labios y mariposas revoloteando alrededor de su estómago.

- Veamos la película - dijo Merlina mientras alejaba a Enid de su espacio personal, no quería alejarla, pero tampoco quería ver sus labios y sentir aquella necesidad de besarla, más aún cuando sabe que la rubia no tiene claro sus sentimientos.

Ella estaba dispuesta a esperar cuanto tiempo sea necesario para que la rubia se vuelva a sentir  segura en una relación.

Enid había preparado todo para su noche de películas, había bajado dos cobijas de sus respectivas habitaciones y las había puesto en el sofá, hizo un tazón gigante de palomitas con mantequilla y había puesto una rigurosa atención a la hora de escoger las películas que verían, sabía que a Addams no le gustaba el romance ni la comedia, pero tampoco quería ver una película de terror, así que eligió una que en sus categorías decía suspenso y romance mientras las otras dos eran de ciencia ficción.

- ¿Lista, Addams? - dijo Enid y Merlina sólo hizo un sonido de afirmación mientras comía un poco de palomitas.

Estaba apunto de ponerle play hasta que se escuchó un sonido de llamada.

- Es mi madre... - susurró Enid con algo de miedo en su tono de voz, tragó duro antes de contestar la llamada.

- Ya me llegó la noticia de tu divorcio - ni buenas noches o un cómo estás, nada de eso, su madre sólo la había llamado para reclamarle sobre su divorcio con el chico que pensó sería su príncipe azul - Eres tan estúpida que no puedes ni siquiera conservar a tu lado al chico de tus sueños - las palabras de su madre salían con tanto veneno que hacía que Enid empezara a sacar lágrimas de manera inconsciente - Eres una decepción, Enid. Eres una deshonra para nuestra familia.

- Madre, Y-yo...

- No he terminado de hablar - dijo la mujer del otro lado de la línea - Sabes perfectamente qué es lo que le pasa a los lobos divorciados y a sus familias, nuestra familia va a ser el centro de burlas de ahora en adelante cuando toda la manada se entere que la loba que se hace llamar "alfa" está apunto de divorciarse. ¡Eres tan egoísta que prefieres divorciarte que a intentar arreglar las cosas con tu esposo! - Enid estaba apunto de responder sin embargo sintió como una mano le arrebataba el celular en su abrir y cerrar de ojos.

- Ella no tiene por qué darle explicaciones ¿Sabe por qué? Porque desde ahora ella ya no será Enid Sinclair, será Enid Addams, así que si tanto le preocupa que ella deshonre el apellido de su familia puede estar tranquila, ya no lo tendrá. Así que no se meta en su vida - dijo Merlina con un tono serio y demandante para después cortar la llamada sin esperar una respuesta de la señora que se encontraba atrás de la línea.

- Y-yo... - Enid no podía hablar, sentía que había fallado, les había fallado a todos.

- Enid no hiciste nada malo, no tienes por qué estar con un hombre que sólo te golpea y no te respeta como mujer y mucho menos como esposa - dijo Merlina mientras acercaba la cabeza de la rubia a su pecho para darle unos mimos, tal vez no sea su actividad favorita, pero sabía que Enid los necesitaba.

- Ni siquiera he hablado con el abogado - dijo la rubia.

- Mañana es el juicio - respondió Merlina.

- ¿Juicio?

- No creas que Petropolus va a salir ileso después de todo lo que te hizo, ya reuní todas las pruebas necesarias para encerrarlo tras las rejas - dijo Merlina recordando que justamente ahora las patrullas de policías están fuera de la casa del hombre esperando a que este llegue después de la sesión de golpes que tuvo por parte de los Addams, sus padres se ofrecieron a ayudarle a terminar el trabajo que ella no puedo por tener que ir a ver a Enid, sabían que Enid era la prioridad de su hija.

- Merlina, no tenías que...

- No digas nada, Sinclair - dijo Merlina poniendo un dedo en los labios de Enid para que esta no se atreviera a terminar la frase que iba a decir.

- Gracias - dijo Enid separándose un poco de la pelinegra.

- ¿Por qué?

- Por estar para mí, por ser mi refugio - dijo la rubia mientras se acercaba más a Merlina, sin poder evitarlo sus labios se iban acercando a los de la pelinegra y al notar que esta no ponía resistencia, terminó por sellar sus labios con los de la contraria en un suave beso.

- Enid... - dijo Merlina al separarse de la rubia, tenía miedo de que la rubia se arrepintiera de lo que hizo.

- Perdón, yo no quería... - la pelinegra no la dejó terminar de hablar porque volvió a sellar su labios contra los de ella.

Sus labios parecían encajar perfectamente con los de la contraria era como si estuvieran hechos a la medida de la otra, las dos en sus interiores sentían calidez y amor, era como si realmente no fuera malo estar besando a quien alguna vez llamaste "mejor amiga".

Tal vez y sólo tal vez Enid al fin esté entendiendo sus sentimientos, pues la sensación de sus labios sobre los de la pelinegra era simplemente exquisita.

« Enid Addams, no suena mal » pensó la rubia.

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