Still there for me (Chestappen)

Capítulo 4: Acercamiento...

Hello people!!

Les dejo una nueva actualización, antes que el internet por aquí se joda otra vez :v

Muchas gracias por el apoyo, grito de emoción cada vez que veo aumentar las views, los votos y los comentarios. Me inspiran un buen chicos, en verdad los amo demasiado <3

No olviden decirme qué les pareció el capítulo, así me ayudan a mejorar ^^

Cualquier petición o sugerencia, me la dejan en la cajita de comentarios...

Actualizado 15/01/2024

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Capítulo 4: Acercamiento...

Max observa fascinado los gráciles movimientos del lápiz deslizándose sobre el papel, la mejilla acunada en la palma de su mano con el codo sirviéndole de soporte sobre la mesa. Van casi treinta minutos desde que se encerraron en un box de la biblioteca, los cristales de la puerta y paredes aislando el bullicio de los estudiantes afuera. Charles dibuja con máxima concentración el bosquejo de un cómic estilo manga en el que ha estado trabajando por meses, tan abstraído en lo que está haciendo, que ni siquiera nota que su amigo lo está mirando. Perfila el rostro de uno de sus personajes, añadiendo sombras y eliminando a ratos trazos fallidos con el borrador.

—Dibujas increíble, Charlie —halaga el rubio, sintiéndose cada vez más orgulloso de él.

—Gracias, Maxie —susurra avergonzado Charles, regalándole una encantadora sonrisa.

Verstappen asiente, regresando la mirada a la pantalla de su MacBook. Debe realizar una investigación para Derecho Procesal, materia que es complementaria de Penal, aunque mil veces más tediosa y compleja de comprender. La imparte la profesora Carola Martínez, cuyo tono de cabello varía tan seguido como su carácter. Es la típica mujer controladora y manipuladora hasta la médula, defecto que no sólo saca a relucir con los alumnos a su cargo, sino que con su prometido también. Y dicho prometido... no es nadie más que el profesor Pérez.

Resulta sorprendente la manera en que ejerce poder sobre él, al punto de hacerlo retractarse de alguna decisión con sólo dedicarle una mirada desaprobatoria. En la facultad muchos ya se han dado cuenta de esto, pero nadie es lo suficientemente valiente o estúpido para expresarlo a viva voz. Al curso de Max le ha tocado varias veces tomar ambas clases como una sola, ya que al ser asignaturas complementarias, es más fácil dictar ciertos temas en conjunto. Y es realmente incómodo ser testigo de como el siempre alegre y encantador profesor Sergio se convierte en un trozo de arcilla maleable entre sus dedos, llegando hasta rezagarse a segundo plano, sólo para permitir que ella adquiera completo protagonismo frente a los estudiantes.

—¡Max!

Un fuerte chasquido de dedos lo regresa a la realidad, haciéndolo parpadear confundido.

—¿Qué? —cuestiona molesto, resoplando al captar la mirada juguetona que le dedica Charles.

—Estabas ido —explica el castaño, cerrando despacio su cuaderno de dibujo, mientras una traviesa sonrisita tira de sus labios hacia arriba—. ¿En quién piensas tanto, Maxie?

—En nadie, Charles —masculla hastiado el neerlandés, apagando su MacBook y tomando de la silla junto a él la mochila para guardarlo con cuidado dentro.

—Hmm, como tú digas —tararea en tono juguetón, sin apartar los ojos de su amigo.

—Es en serio, Charlie —increpa Max, acomodando el cargador junto a la portátil—. Tienes que dejar de fantasear conmigo y alguien que claramente no me interesa —se cuelga uno de los tirantes de la mochila al hombro, esperando a que el monegasco termine de acomodar sus cosas también—. Se te está contagiando la paranoia de Lando, estás enloqueciendo igual que él. Al paso que llevan, van a vincularme en sus mentes con todos los chicos latinos de la universidad.