Still there for me (Chestappen)

Capítulo 5: A un milímetro de ti

Hello people!!

Me disculpo por la demora, la verdad no tengo más excusa que mi dispersa forma de ser ;'c

Muchas gracias a todos los que leen, votan y comentan; su apoyo me da años de vida y mucha inspiración. Sólo por ustedes sigo esforándome para escribir capítulos de calidad.

Tal vez no sea muy buena, pero le hago el intento ^^

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¡Disfruten!

Actualizado 27/01/2024

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Capítulo 5: A un milímetro de ti

A causa del inesperado e insólito incidente sucedido en el auto, Max y Sergio optaron por interponer considerable distancia entre los dos. El menor por sentirse particularmente azorado e incómodo en su presencia, pues lo asediaban emociones que le resultaban especialmente difíciles de sobrellevar, y el mayor por creerse incapaz de mirarlo a los ojos sin recordar el instante en que, por mero impulso de su parte más irracional, estuvo a punto de besarlo.

Si bien, durante las clases, Verstappen continuaba resaltando como el mejor, siendo el primero en alzar la mano para responder cada pregunta que realizaba el profesor Pérez, el trato amistoso y por demás cercano que habían forjado ambos conviviendo tras tantas semanas en el campus, se enfrió tanto y de forma tan repentina que incluso los demás estudiantes se dieron cuenta.

Checo y su alumno estrella ya no debatían, ni intercambiaban más palabras de las estrictamente necesarias en hora de Derecho Penal, lo cual resultaba demasiado extraño para sus compañeros, quienes ya habían empezado a familiarizarse con la particular química que tenían al relacionarse.

Los rumores corrieron cual cascada, por lo que no pasó mucho tiempo antes de que tanto alumnos como docentes se percataran del más que obvio y súbito distanciamiento entre los dos.

El semestre había llegado a su fin, por lo tanto aquel día era el último para la gran mayoría de estudiantes.

—¿Qué harás en vacaciones, Max? —pregunta interesado Charles, caminando a su lado en dirección a sus respectivas aulas, luego de pasar por la biblioteca a devolver un par de libros que ya no les harían falta.

Después de una incómoda conversación meses atrás, pudieron aclarar las razones que el monegasco tuvo para besarlo aquella tarde en el box. Según propias palabras de Leclerc, fue como una bruma en su mente que le nubló el juicio, llevándolo a cometer tamaña estupidez. Para Max, quien se pasó horas dándole vueltas al asunto, la culpa de todo había sido de Lando; Lando y su supuesto amor repentino por Sainz, que para él no era más que una forma demasiado ruin de buscar la atención de Charles. Si se lo preguntan, el neerlandés está seguro que Norris está más que perdido por los huesitos de su castaño mejor amigo, por mucho que todavía siga empeñado en negarse a aceptarlo. Afortunadamente las cosas regresaron pronto a su curso natural, su amistad de años volviendo a ser tan bonita e incondicional como siempre.

—Nada —le responde el rubio, encogiéndose de hombros—. Los veranos en casa de mis padres se limitan a cenas con sus colegas de trabajo y viajes aburridísimos para concretar algún negocio, en los que me obligan a participar sólo para tenerme bajo control —espeta, hastiado—. Si tuviera elección me quedo en Mónaco, pero sería estúpido creer que mi padre me dé esa libertad.