SR JEON #2 +21

3- Frustración

El hombre respiraba agitado mientras la mujer arrodillada le hacía una mamada, su asistente leía con paciencia sus pendientes frente a aquella escena como si nada.

Era normal para el, su jefe era un enfermo sexual, pero su contrato exigía discreción así que no tenía mucho que hacer más que acostumbrarse a ese tipo de vida que su jefe tenía.

- Los inversionistas mayores se están retirando con la excusa de que no vale la pena seguir invirtiendo en una empresa que ya está arruinada.- Dijo seriamente mientras miraba su tablet.

- A este paso quebraremos antes de que termine el mes ¡Maldita sea!

Tomo la cabeza de la mujer con su mano acelerando sus movimientos importandole muy poco si ella se ahogaba o lo duro que estaba siendo.

Era una puta sumisa, debía complacerlo y ya...

- Señor la señora Somi acaba de enviar un mensaje pidiendo su ayuda, al parecer el Joven Jungkook se metió en problemas en la escuela...

- No le respondas, no tengo tiempo para estupideces...¡Ahhh!- El fuerte gemido resonó por toda la oficina y la mujer por fin se separó de aquel miembro ya casi flácido.

Había tenido un orgasmo.

Empezó a acomodar su pantalón metiendo y miembro ya satisfecho y abrochando su cinturón, mientras la mujer limpiaba su boca, los rastros de semen y se sentaba al lado del hombre como toda una sumisa obediente.

El teléfono de su asistente empezó a sonar, este lo tomo y contesto rápidamente antes de volver a su trabajo.

- Señor, la señora Jennie está afuera y exige verlo...

¡Carajo! Como si no fuera demasiado ya...

- Déjala entrar algo se me tiene que ocurrir.

El hombre asintio y se levantó llevando con el a la sumisa de su jefe, porque ese también era su trabajo.

Limpiar sus mierdas.

Cuando el hombre quedó solo se dirigió a su escritorio tomando una pose de hombre importante, aún que con eso solo se engañara a si mismo.

Todos sabían que el gran Jeon Kyu estaba en quiebra.

La mujer entro como siempre tan elegante y resplandeciente, resonando sus tacones por el lugar como si fuese una pasarela.

Con sus labios rojos y vestido negro adornado de pequeñas perlas, se sentó frente al escritorio cruzando sus piernas y quitando los lentes obscuros de sus ojos.

- Vaya Kyu no pensé que volveríamos a vernos, a decir verdad me alegra verte aún que me alegrara más que fuera en circunstancias diferentes.

- Señora Jennie, un placer verla nuevamente ¿Gusta algo de beber?

- No, vamos al grano, sabes que no me gustan los rodeos.

- No lo tengo, no tengo el dinero aún, le juro que se lo voy a conseguir pero deme un poco más de tiempo.

- Vaya... Que patético...

- Lo siento, lo siento mucho le juro que...

- No jures nada Jeon, no eres más que un cerdo despreciable, se supone que invertirias en tu empresa, pero por lo visto te gastaste ese dinero en tus cochinadas ¿No es así?