En los pasillos encantados del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, T/N Crimson, una bruja de 16 años con un espíritu indomable, se embarcó en su quinto año, un capítulo fundamental en su viaje mágico. Los ecos de los susurros resonaron a través...
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Y/N y Evangeline se sentaron uno frente al otro, sus cervezas de mantequilla y su pudín de caramelo pegajoso colocados delante de ellos por el camarero. Y/N expresó su gratitud a la mujer antes de recoger su vaso y sonarlo con el de Evangeline.
"Entonces, ¿vas a hablar con Hermione?" Preguntó Evangeline, su tono lleno de curiosidad y preocupación. Y/N dejó salir un pequeño soplo, sacudiendo ligeramente la cabeza, sus cejas fruncidas con una mezcla de frustración y tristeza.
"Sabes, si yo fuera la persona que era hace solo una semana, probablemente habría tratado de seducirte y te habría convencido de que rompieras con ella para poder tenerte a todos para mí", se alejó Evangeline, su voz teñida con un toque de arrepentimiento. Se apoyó la barbilla en la palma de la mano, mirando a Y/N intensamente.
"Pero", continuó, "esta chica, Hermione, realmente parece hacerte feliz. Y me gusta verte feliz, Y/N". Los dedos de Evangeline se entrelazaron suavemente con los Y/N, su tacto reconfortante y tranquilizador. "Creo que deberías hablar con ella. Despeja el aire, expresa cómo te sientes. La comunicación es clave en cualquier relación".
"Eva..." Y/N murmuró, su voz llena de cansancio y frustración. Ella apoyó la cabeza sobre la mesa, dejando salir un bajo aliento. Evangeline, siempre tan gentil y cariñosa, acarició la parte posterior de la cabeza de Y/N de una manera relajante, su toque ofreciendo comodidad.
"Te conozco desde hace tanto tiempo, Y/N/N", susurró Evangeline, con su voz llena de una mezcla de nostalgia y comprensión. "Claro, no hemos estado en la vida del otro durante los últimos cuatro años, pero estoy bastante seguro de que todavía te conozco mejor que nadie". La atención de Y/N fue captada por sus palabras, su mirada se fijó en la expresión sincera de Evangeline.
"¿Quiero que tú y Hermione rompáis?" Evangeline continuó, su voz llena de honestidad y vulnerabilidad.
"Por supuesto que lo hago". Pero también quiero que rompas, si alguna vez llega a eso, en tus propios términos. No quiero verte con el corazón roto o herido. Puedo esperar, Y/N. Puedo ser paciente". La tranquilidad de Evangeline era genuina, y Y/N no pudo evitar apretar sus labios, en conflicto por la complejidad de sus emociones.
"Hermione te hace feliz, y quiero eso para ti", expresó Evangeline, con su voz llena de sinceridad. "Y tal vez ustedes dos no rompan. Tal vez pasen el resto de sus vidas juntos, envejeciendo y haciciendo. Pero incluso si ese es el caso, estoy dispuesto a arriesgarme y esperarte. Vales cada riesgo, Y/N".
"Eva, ¿por qué te preocupas tanto por mí?" Y/N murmuró, su cabeza se levantó ligeramente de la mesa, sus ojos buscando los de Evangeline.
"Porque eres tú, Y/N", respondió Evangeline con una suave sonrisa. "Esa noche, ya sabes lo que pasó". Y/N asintió, recordando los recuerdos compartidos que tenían, los lazos que habían formado esa noche.
