CAPÍTULO 6 - LA VERDAD

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POV WRIOTHESLEY

A la mañana siguiente salí temprano del Fuerte para dirigirse al Palacio Mermonia, tenía que hablar cuanto antes con Neuvillette. Al llegar, le dije a la melusina que trabajaba de guardia allí que necesitaba ver urgentemente al juez. Ella lo comunicó y en menos de cinco minutos Neuvillette me recibió.

—¿Ha ocurrido algo? —inquirió el juez supremo.

—Sabes muy bien lo que ha ocurrido —dije el duque dejando entrever la ira en su tono de voz. —No tenías que mandar a nadie a vigilar al Fuerte, te dije que yo podía hacerlo.

Hubo un silencio sepulcral en el lugar de trabajo del juez.

—Sí... lo sé... pero me sentía más seguro teniendo refuerzos allí, sé que confiaste en ella desde el principio, es la mejor en su trabajo —dijo arrepentido Neuvillette.

—¿En su trabajo? ¿Ella trabaja también para ti aquí arriba? —pregunté confuso. Creía que la había contratado solo para vigilara al joven fatui.

—Sí, ella vigila todos los juicios desde las gradas para que no pase nada, como si fuese una simple espectadora; y la verdad es que nunca ha fallado y siempre ha sido alguien en quien he confiado —hizo una pausa, pensativo. —Imagino que te dijo algo y por eso has sabido que yo la envié, ¿no es así? —cuestionó de repente.

—Sí, así es. Se hizo amiga del fatui y él le confesó que pasado mañana va a fugarse de la prisión, aprovechando la limpieza de las tuberías —dije tranquilamente.

—¿Y qué piensas hacer al respecto? —Neuvillette no parecía sorprendido, aunque, pensándolo bien, nunca había mostrado mucho sus sentimientos.

—Dejar que se vaya. Ya sabes que en el Fuerte no hay escapatoria real, o muere ahogado o consigue salir; aun así sabes que no es demasiado peligroso... Y, además, debemos estar más atentos a otros asuntos... —dije.

—Tienes razón... ¿tienes alguna novedad? —preguntó el juez.

—De momento ninguna, pero no podemos descuidarnos. Por cierto, tengo una petición... —hice una pausa y me aclaré la garganta. —Déjame a T/N unos días más en el Fuerte, necesito gente de confianza —comenté. No era mentira, pero también tenía otros planes ocultos para ella...

—Claro, no te preocupes. Pero cuéntale que sabes lo de su misión conmigo, por favor —me pidió Neuvillette.

—Despreocúpate, se lo diré.

Y salí de su despacho y del palacio para volver al Fuerte. Me esperaba una tarde divertida.

POV T/N

Me desperté temprano, como siempre, para vestirme e irme a trabajar. Cuando llegué al área de producción vi que Childe había faltado otra vez... Me gustaría haberme despedido de él...

Terminé el trabajo y fui a comer, tenía bastante hambre aquel día. Comencé a comer y al poco tiempo vi una sombra sentándose delante de mí. Era Tartaglia.

—Pero bueno, si es el desaparecido —dije sonriendo.

—Buenas tardes, pequeña, ¿qué tal estás? —preguntó el chico.

—Bueno, ya sabes, trabajando para poder comer estos manjares del comedor —reí. —¿Y tú? ¿Preparativos

—Sí —dijo riendo también. —Mañana desapareceré, sigo teniendo cosas que hacer, pero quería despedirme de mi mejor amiga —sonrió.

—Tu mejor amiga del Fuerte, espero que me recuerdes fuera también —le sonreí. Nos levantamos y nos dimos un cálido abrazo.

—Nunca te olvidaré, cuídate mucho, de verdad —dijo yéndose.

—Cuídate tú también... —dije, aunque no me escuchó.

Cuando me dirigía hacia mi celda, se me acercó un vigilante.

—Oye, el Duque te espera en su despacho —dijo y se dió la vuelta.

¿Otra vez? ¿Qué querrá ahora?

Llegué y entré; el lugar parecía más vacío...

—Sube —escuché la voz de Wriothesley desde arriba.

Subí y lo encontré sentado en su mesa de té, tomando uno. Me indicó con un gesto que me sentase con él y me ofreció una bebida como la suya.

—Quería hablar contigo —dijo con un tono bastante neutro.

—¿Ha pasado algo? —pregunté con miedo. De repente recordé la conversación de la noche anterior... la había descubierto.

—Ya lo sé todo... —dijo soltando su taza y acercándose a mí. Sus palabras me dejaron helada.

—Yo... yo... esto... —comencé a decir.

—No te preocupes, T/N, ya hablé con Neuvillette... Me dijo que te lo contase —me interrumpió.

Sus palabras me dejaron tranquila por una parte. Estar allí con él me hacía temblar, y más sin saber si ahora me castigaría...

—Tranquila, no voy a hacerte nada malo... —dijo con una sonrisa ladina, y su mirada estaba cargada de lujuria.

En ese momento nos fundimos en un beso lento pero intenso, haciendo que mi temperatura subiese como nunca antes. Me separé un poco para poder tomar aire y mirarlo a la cara. Notaba cómo mi cara estaba roja por lo que acababa de pasar; me esperaba cualquier cosa menos eso... pero me encantó, y ahora necesitaba más.

Tiré de su corbata para acercarlo a mí de nuevo. Lo besé suavemente pero él tomó el control del momento pasando una mano por mi cintura y pegándome aún más a él. La temperatura de ambos iba subiendo cada vez más, comencé a pasar mis manos por su cuerpo; un cuerpo que parecía irreal, bien marcado y tonificado. Pasé mis manos por su pelo y me agarré de él, profundizando mucho más el beso.

Continuará...









Otro capítulo de regalo, espero que os esté gustando la novela, yo estoy disfrutando mucho escribiéndola. Intentaré actualizar durante mis días libres. Un besito ❤️

El Duque  -  Wriothesley x lectora  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora