Me apresuraba con determinación al lugar donde tomaría mi tan esperada venganza. Con cada paso, la furia ardía en mis adentros mientras recordaba la atrocidad cometida por el hombre al que buscaba enfrentar: un mafioso desalmado que traficaba con la inocencia de niños, secuestrándolos y exigiendo rescates despiadados.
Lo haría completamente sola. No quería ayuda de nadie más, porque aparte nunca se me había dado bien hacer cosas en equipo. Siempre y cuando las hiciera sola, saldrían bien.
En la penumbra del callejón donde se desenvolvía la operación delictiva, me resguardaba oculta entre las sombras, preparada para confrontar al mafioso que había dejado cicatrices indelebles en la vida de tantos inocentes. Sosteniendo mi dispositivo de hackeo de confianza intercepté las cámaras cercanas y las apagué. Era consciente de que no todas se apagarían, ya que usaban distinta seguridad y mi dispositivo no cubría todos los cifrados.
El aire estaba cargado de tensión, cuando, finalmente preparada para tomar acción, me vi interrumpida por un anónimo en la sombra que me provocó un grito ahogado. Esperé no haber levantado sospechas.
—Pero, ¿qué cojones? —suprimí un puñetazo.
—Hey, relájate, no vengo a hacerte daño —dijo aquella persona desde su anonimato detrás de la mascarilla que cubría su rostro—. Vengo a ayudarte, no creo que seas consciente del peligro que corres aquí y ahora. ¿Acaso sabes contra quién te enfrentas?
Sentí cierta atracción por su voz. No supe explicar el porqué. Consiguió relajar toda la tensión que había estado acumulando, a pesar de su altivez.
—¿De qué vas chaval? Probablemente sepa mejor que tú lo que estoy haciendo. Y ahora déjame en paz. ¿Quién eres si se puede saber?
—Eso ahora no importa. No soy ningún enemigo. Y vengo a ayudarte.
—No te terminas de enterar. Deja de hacerme perder el tiempo y vete. Sé hacer las cosas sola —respondí con hastío.
Me pareció haber finalmente ahuyentado a este nuevo y forzado colega de misión pero algo me decía que no se iría fácilmente.
Me armé con el taser y electrocuté a uno de los guardias de aquél recinto. Vi a aquel acoplado mirándome desde la misma posición. Me intimidaba pero a su vez me inspiraba confianza. Y no sabía cómo deshacerme de él. Odiaba sentirme bajo la presión de otros.
La siguiente víctima sería aquél cabrón de Itigoro. Examiné desde la distancia la cámara mas cercana a la puerta para saber cuándo sería el momento idóneo para adentrarme. Había estudiado durante mucho tiempo este momento y sabía a la perfección que una vez dentro se encontraría solo. Pero antes tenía que superar una serie de pruebas que me llevarían hasta el. Volví a mirar a la dirección donde se encontraba aquél chico, y vi que ya no estaba. Esto, lejos de alegrarme me hizo sentir incómoda porque la incertidumbre de su paradero me causaba desconfianza.
Continué con mi misión de acabar con la vida de aquél hombre y cuando me decidí por levantarme donde me encontraba escondida alguien osó por agarrarme del hombro. Era él.
—Aún no. Se te escapan cosas y no quiero que la palmes —me susurró.
—¿Y a ti qué te importa? —pregunté.
—Luego te explico por qué estoy aquí, ahora por favor hazme caso.
Le pegué un empujón que le hizo caer de culo al suelo. Pero él se rió.
—No sabes lo que haces —continuó riéndose—. Adelante. Y suerte.
Decidí por fin salir y adentrarme. Dejé la puerta entreabierta por si las moscas. Todo parecía estar sin un alma. No me daba buena espina ese lugar. A medida que avanzaba empezaba a oír sonidos, como golpes, caídas, como desde un plano lejano. Decidí quedarme donde estaba y utilizar el dron para vigilar lo que me iba a encontrar más adelante, pero no encontré nada. Estaba absorta en mis pensamientos, cuando me vi incapacitada para moverme y sentí un pinchazo muy doloroso pero fugaz. Todo ocurrió muy rápido y perdí el conocimiento.
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Punk's Not Dead | Dedsec
Action¿Un grupo de hackers en las caóticas calles de Portland causando estragos? Tienen una misión contra la autoridad y un toque de paranoia por la privacidad. Ah, y entre todo el caos tecnológico, prepárate para algo "divertido" *guiño guiño*. Es una ci...